Van der Poel y Van Aert ponen patas arriba el Tour

El ciclismo vive un momento de cambio. La aparición de dos corredores que durante el invierno dominan la temporada de ciclo-cross ha roto la baraja. Mathieu van der Poel y Wout van Aert han trasladado su rivalidad al ciclismo en ruta rompiendo todos los cánones establecidos hasta la fecha en clásicos. Lo que nadie se podía esperar era que ambos destrozaran el Tour de Francia en una etapa que iba a ser de transición –250 kilómetros con un final con cinco mini cotas– convirtiéndola en una de las más decisivas que se recuerdan.

Los dos orquestaron una fuga de 28 corredores con el líder de la prueba metiéndose en una escapada por primera vez desde 2008. Van der Poel instigó un corte que obligó al equipo del vigente campeón Tadej Pogacar a desfondarse trabajando para impedir que la ventaja se disparase. Pese a tirar como locos desde el pelotón, la ventaja se llegó a marchar a los siete minutos provocando una situación de K.O. técnico en la general para muchos.

Cuando no podía haber más ingredientes en la cazuela, Primoz Roglic exhibió una debilidad desconocida hasta la fecha quedándose en una cota de segunda categoría. El esloveno cedería en meta cuatro minutos con el resto de favoritos y provocó un ataque de Richard Carapaz que hizo ver más cosas.

El ecuatoriano se marchó del pelotón con 35 segundos de ventaja cuando Movistar –cuyo trabajo redujo la ventaja de la fuga a cuatro minutos– decidió trabajar para salvaguardar los intereses de un Enric Mas que sueña con el podio después de que uno de los favoritos ya no cuente. El equipo telefónico redujo la intentona de su antiguo capo en la línea de meta.

La etapa de hoy da para muchas conclusiones. La principal es que se ha vivido un cambio de liderazgo en el Jumbo con la caída de Roglic y el ascenso de un Van Aert que aventaja a su compañero en más de ocho minutos en la general y que posee una renta de 3:15 con Pogacar.

Mañana toca la primera etapa alpina con la ascensión a la Colombiere como gran atractivo además de otros dos puertos de primera categoría. Veremos cómo responden los corredores tras una etapa propia de maratonianos y que dejó claro que algo está cambiando en el ciclismo internacional. Los chicos del ciclo-cross han puesto patas arriba el Tour. Veremos si mañana siguen sorprendiéndonos en Los Alpes.