La UEFA pone a la venta las entradas para la Supercopa con restricciones ‘imposibles’ anti-Covid

La UEFA ya ha puesto a la venta las entradas para la final de la Supercopa de Europa, que disputarán Bayern de Múnich y Sevilla en Budapest el próximo 24 de septiembre. Sólo podrá ocuparse un 30% del aforo del Puskas Arena y habrá medidas de distanciamiento ‘imposibles’ de cumplir. Además, los aficionados tendrán que presentar una prueba PCR en el aeropuerto de Budapest para poder entrar al país.

Los aficionados tendrán de plazo poco más de 24 horas, hasta este 9 de septiembre de 2020 a las 18:00 horas, para solicitar las entradas.

La final de la Supercopa se jugará con una capacidad reducida de hasta el 30% del estadio y servirá como experiencia piloto para el regreso de los aficionados a los estadios bajo la situación actual de la pandemia de la COVID-19.

Para asegurar la seguridad máxima de los aficionados la UEFA aplicará estrictas medidas de higiene. Además, el órgano que dirige el fútbol europeo pide a los aficionados que actúen de forma responsable y cumplan las medidas en todo momento.

Las normas ‘imposibles’ de la UEFA

Estas son las medidas que exige la UEFA para los aficionados que entren a presenciar en directo la Supercopa entre Bayern y Sevilla:

Mantener una distancia de 1,5 metros respecto a otros espectadores.

Utilizar una mascarilla en todo momento cubriendo su nariz y boca en todo el perímetro del estadio.

Lavar y desinfectar sus manos cuando sea posible.

Someterse a un control de temperatura corporal en la entrada del estadio: los aficionados con una temperatura de 37,8°C o más no podrán entrar.

Respetar la enumeración de asientos asignada por la UEFA que asegura la distancia de 1,5 metros entre todos los asientos con entrada. Por eso, todas las entradas de una misma petición estarán directamente una al lado de la otra.

No ocupar ningún otro asiento diferente al asignado a la entrada.

No debe venir al estadio si sufre de cualquier síntoma relacionado con la COVID-19 (tos seca, fiebre, dificultad para respirar, dolor de cabeza, dolor de garganta, dolor en las extremidades, pérdida del sentido del olfato o del gusto, náuseas o vómitos, congestión o secreción nasal, diarrea, dolores musculares o corporales) que no se sepan que sean por otra causa.

Las prohibiciones de Hungría

Además, los titulares de las entradas tampoco deberán asistir al campo si han dado positivo por COVID-19 en los 14 días previos o si han estado en contacto con alguien infectado por COVID-19 en los 14 días previos. En esos casos, la UEFA reembolsará el valor de las entradas.

Para entrar en Hungría, los titulares de entradas procedentes del extranjero deben someterse a un reconocimiento médico obligatorio durante su entrada. También se les pedirá que presenten su entrada oficial para el partido y la prueba de un test PCR negativo de SARS-CoV19. Es decir, un documento en húngaro o en inglés, que contenga los resultados de la prueba de biología molecular, que debe haberse realizado dentro de los tres días anteriores a su entrada en Hungría.

Los titulares de entradas que accedan en Hungría para la Supercopa de la UEFA están obligados a abandonar el territorio de Hungría dentro de las 72 horas siguientes a su llegada.

Para el público en general, las localidades se pondrán a la venta a precios que van desde los 30 a los 120 euros. Si el número de solicitantes de entradas excede el número de entradas disponibles, se realizará un sorteo al azar. El número de entradas disponibles puede ajustarse de acuerdo con las últimas decisiones de las autoridades locales.

Hay 3.000 entradas disponibles para los aficionados de cada uno de los clubes participantes y la venta de entradas será organizada por la UEFA en estrecha colaboración con los dos clubes.

Se notificará a los solicitantes el estado de su petición en el plazo de una semana después de la finalización de la fase de solicitud. A los solicitantes seleccionados se les dará un breve plazo para que paguen sus entradas con tarjeta de crédito o débito.