Red Bull se harta de Checo Pérez y ya tiene fecha límite para reaccionar: «Es insostenible…»

En Red Bull ya empiezan a estar realmente cansados de la situación que atraviesa Checo Pérez. Su nivel está más alejado que nunca del de Max Verstappen y las diferencias sobre el asfalto son incluso sonrojantes. En los últimos seis Grandes Premios, el mexicano tan sólo ha sumado 15 puntos, volviéndose a quedar a cero el pasado domingo en Silverstone. Tal es el nivel de hartazgo que tras la última carrera salió su jefe, Christian Horner, a calificar de «insostenible» la situación del segundo piloto.

Y es que Checo está comprometiendo realmente las aspiraciones del equipo austriaco, que por primera vez en unos años ve peligrar la primera posición del campeonato de constructores. El anuncio de su renovación, con el que quedó blindado con Red Bull hasta 2026, lejos de tranquilizarle y facilitar que únicamente se tenga que centrar en pilotar y cosechar buenos resultados, le ha hecho desplomarse por completo.

En Mónaco se produjo su primer abandono y varios días después Red Bull comunicaba que contaría con él dos años más. Desde entonces, Checo no ha hecho otra cosa que cargar de razones a su escudería para prescindir de él con efecto inmediato. Se marchó de vacío en Canadá, 11 puntos entre España y Austria y de nuevo sin ningún punto en Gran Bretaña… ese es el caldo de cultivo que Pérez ha sembrado y que le vuelve a colocar en una posición verdaderamente peligrosa.

El patinazo en la Q1 de Silverstone, por el que se salió de la pista, se quedó atascado en la grava y acabó abandonando la sesión, le lastró durante todo el fin de semana. Además, el factor añadido de la mala estrategia de Red Bull, que probó con Checo un nuevo motor que le obligaba a salir desde el pit lane, acabó con cualquier tipo de posibilidad de llegar a la zona de puntos.

Checo se tambalea en Red Bull

Pero antes de la carrera en Gran Bretaña, y después de su gran batacazo en la clasificación, ya hubo quien filtró unas supuestas cláusulas de rendimiento en el contrato del mexicano que permiten a Red Bull despedirlo en el caso de cumplirse. Tanto es así, que el prestigioso portal de Fórmula 1, Racing News, informaba en la mañana del pasado domingo de que Checo podría perder el asiento si no llega a las vacaciones a menos de 100 puntos de Verstappen en la tabla de pilotos.

Esa es la fecha y la barrera que se decía antes de la carrera, pero tras ella se antoja casi imposible viendo los precedentes que Checo pueda remontar los 137 puntos que le saca Verstappen, que viene de remar contra viento y marea en Silverstone para quedar segundo. De hecho, tendría que darse una carambola como que el holandés encadene dos abandonos y su compañero dos podios con algo más que un tercer puesto.

El límite es el GP de Bélgica, por lo que a partir de entonces podrían irse produciendo alteraciones en la parrilla, algo muy típico en las tres semanas de parón veraniego. El potencial sustituto que más suena es Daniel Ricciardo, que entró en RB –antigua AlphaTauri– precisamente por Nyck de Vries, al que se cargaron justo a mediados de la pasada temporada.

Horner le presiona y le apoya a partes iguales

«Checo sabe que es insostenible no sumar puntos, tenemos que sumar puntos con ese coche y él lo sabe», aseguró Horner tras la prueba en Silverstone, añadiendo que el mexicano sabe perfectamente la presión que tiene y defendiéndole en cierto modo: «Por supuesto que Checo está bajo presión. Eso es normal en la F1 y cuando estás bajo rendimiento, la presión solo aumenta y él es consciente de eso, lo sabe. Este fin de semana, simplemente nada le ha salido como él quería».