Los números que retratan al Barcelona: cero tiros a puerta y 15 kilómetros menos que el Bayern

• Nacho Atanes @nacho_atanes
• Redactor de deportes y canterano de OKDIARIO. Desde 2016 cubriendo la información de tenis. También baloncesto, fútbol, ciclismo y otros contenidos.
• • 14/09/2021 23:35
  • Actualizado: 14/09/2021 23:41

La situación actual del Barcelona no sólo dista de lo deseado por su afición en términos de competitividad. También lo hace en cuanto a compromiso. El Barça no pudo hacer nada ante un Bayern de Munich que está varios escalones por encima futbolísticamente y los números dejan un retrato negativo del carácter que sus jugadores mostraron sobre el terreno de juego. Salvo Araujo o Piqué, supervivientes del caudal ofensivo de los bávaros y que, probablemente, hicieron menor la goleada, ninguno de los restantes se salva.

Por primera vez en el siglo XXI, el Barcelona no tiró ni una sola vez a puerta en un partido de Champions. La pelota se repartió entre ambos conjuntos con máxima igualdad –50% de posesión para cada uno– pero en el caso del Bayern, que sí disparó en siete ocasiones a la portería de Ter Stegen, su gestión fue mucho más ofensiva y, por supuesto, efectiva. Ninguno de los atacantes culés trató, aunque fuera con un tiro lejano a la desesperada, de poner en apuros a un Neuer que vivió una noche muy tranquila. Sólo tocó balón para aportar en la salida del esférico o para sacar de puerta. Demasiado fácil para jugar con el Barcelona en el Camp Nou.

Sin embargo, el dato que retrata a los futbolistas culés es el de los kilómetros recorridos. El Bayern tiene un nivel superior en términos futbolísticos, algo en lo que incidieron en el post-partido Koeman y Piqué, pero además corrió 15 kilómetros en conjunto más que los futbolistas alineados por el técnico holandés, entre los que se encontraban portentos como De Jong, Jordi Alba o Depay, desaparecido en el primer partido verdaderamente importante de la temporada.

El Barcelona recorrió 109 kilómetros en el partido y el Bayern, con Goretzka, Davies o Sané a la cabeza, aumentó el número hasta los más de 124, un número que refleja la superioridad física pero también las ganas de hacerse con el balón y cerrar los escasos huecos de los que dispuso el Barça durante los 90 minutos de juego.