No se ilusionen con la Liga: el Barça siempre juega con doce

Anda el madridismo ufano porque a Barcelona irá el Real Madrid montado en un A6 y el equipo de Zidane podría dar un buen bocado a la Liga. Mi recomendación: no se hagan ilusiones. No nos hagamos ilusiones, digo. Los árbitros no van a permitir que el Barça se desenganche tan pronto de esta Liga.

A las pruebas en lo que va de campeonato me remito: tres rojas directas perdonadas a Luis Suárez, penalti de Umtiti que se fue al limbo en Valencia para que el Barça salvara dos puntitos, otro penalti en Sevilla para evitar otro empate postrero, siete minutos y medio de prolongación contra el Málaga para ver si marcaba un gol Piqué y, el colmo ya, el gol anulado a Juanmi en Anoeta. Es una detrás de otra. El Barça juega siempre con doce. El último de la lista de árbitros amigos de los azulgranas: Jesús Gil… Manzano.

El Barcelona llega al Clásico en plena forma arbitral. Vale, no juegan a nada, es cierto, y poner a tipos como Mascherano es casi jugar con uno menos. Vale, Luis Enrique no es el entrenador más visionario del mundo. Lo que ustedes quieran. Pero con los árbitros el Barça está en una forma sencillamente espectacular y no es de ahora, es de las dos últimas décadas.

¿Puede sentenciar el Real Madrid la Liga en el Clásico? Sí. ¿Le van a dejar? Lo dudo. Y más todavía viendo el currículum de Clos Gómez, el árbitro más antimadridista de los que quedan en activo, digno heredero de trencillas como Gracia Redondo, García de Loza y compañía. Se me ponen los pelos como escarpias al recordar actuaciones de Clos Gómez contra el Real Madrid. Muchas.

Un derbi en el Calderón en el que anuló ¡¡¡tres goles!!! legales al Real Madrid y echó al Van Nistelrooy. La final de Copa en el Bernabéu donde perdonó tres rojas al Atlético, pero sí que echó a Cristiano Ronaldo y Mourinho. El famoso partido de los 13 errores ante el Sevilla. Ah, y uno en El Sadar en el que expulsó en cinco minutos por dos amarillas… ¡¡¡a Kaká!!!

Así que no se hagan ilusiones, el Real Madrid puede competir en el Camp Nou, claro que sí, pero como cantaba Luis Miguel, «si nos dejan». Y yo, sinceramente, no creo que nos dejen.