Nadal apaliza a Wawrinka en su regreso a la hierba

Rafael Nadal regresaba a la competición en hierba 1076 días después de su último encuentro. No era una competición oficial, pero sí una prueba de peso ante un rival como Stanislas Wawrinka, todo un clásico del circuito. Rafa solventó con éxito, físico y tenístico, el desafío, correspondiente al torneo de exhibición de Hurlingham, y con un 6-2, 6-3 demostró que está preparado para seguir avanzando en una adaptación a la hierba que tiene como final el sueño de conquistar Wimbledon.

Una vez superados, al menos de manera eventual, sus problemas en el pie y anunciado su decisión de viajar a Londres con la intención de competir en Wimbledon, Nadal comenzaba su testeo en un prestigioso evento como el torneo de exhibición de Hurlingham, donde se reúnen varios de los mejores tenistas del planeta –Alcaraz, Djokovic, Ruud…– con la intención de probarse antes del tercer Grand Slam de la temporada.

Rafa se mostró rápido y, aun con matices, adaptado a la rápida pista de césped sobre la que se celebró el partido. Aunque Wawrinka no es un sacador sobresaliente, los tres breaks del primer set por parte de Nadal, que también dejó pasar en una ocasión su servicio, dan una pista de la rapidez de movimientos y la confianza en el golpeo del de Manacor, aspirante a todo en Wimbledon.

El primer set lo cerró Rafa sin mayores complicaciones y con un tanteo de 6-2 que pronto fue replicado en el segundo… por el propio Nadal. Un nuevo break en el segundo turno de servicio, después de solventar tres pelotas de rotura en contra en el estreno de la manga, encarrilaba un partido que no se alargaría más allá de una hora, momento en el que el campeón del Open de Australia y Roland Garros sellaba el encuentro y ponía la primera piedra competitiva en la base que espera, le lleve lo más lejos posible en el All England Club.