El Milán quiere colocar a Higuaín en enero

La de Gonzalo Higuaín es una carrera llena de contradicciones. Desde que fichara por el Real Madrid en enero de 2007, su carrera ha estado llena de dudas, de goles también, pero sobre todo de dudas. Excepto en el Nápoles, donde fue héroe y de donde se fue como villano, en el resto de lugares fue señalado. Como blanco, en la Juventus y ahora en el Milán…

A sus 31 años, la madurez es uno de los adjetivos que define a Gonzalo Higuaín. El argentino está en uno de los puntos de su carrera más maduros en el conjunto rossoneri pero eso no está haciendo que su nivel vaya a más, todo lo contrario. El ariete argentino lleva siete partidos sin ver puerta con la elástica milanesa y ha sido participe de la debacle de los suyos en la Europa League y del varapalo en Serie A, a un mundo del liderato que ostenta la Juventus (19 puntos).

El Pipita está contra la espada y la pared. El pasado verano fue uno de los grandes bombazos del verano. La llegada de Cristiano Ronaldo comprometía su permanencia en la Juventus y fue el elegido para abandonar el barco juventino tras dos buenas temporadas. El Milán pagó por su cesión 18 millones de euros a principio de agosto y aún tienen que desembolsar 36 para su compra –para no romper el Fair Play Financiero–, y es que, con el bajón elitista entre sus compañeros, las caricias del argentino han brotado con más fuerza y las dudas en San Siro se han multiplicado

En la cúpula rossoneri comienza a escucharse el runrún con el foco puesto en el argentino. Se empiezan a cuestionar si el fichaje del Pipita no fue un error visto el rendimiento que está dado. El delantero ha hecho siete goles en 17 partidos oficiales con la elástica milanesa, insuficientes para lo que se esperaba de él cuando se acometió su fichaje. Es por eso por lo que no ven con malos ojos una posible salida del delantero en este mercado invernal, dejando hueco a otro jugador que dé un rendimiento inmediato.

Gattuso le señala

De hecho, su actual entrenador, Gennaro Gattuso, le señaló recientemente en rueda de prensa: «He hablado con Higuaín y es el primero en estar decepcionado por esta situación. Necesitamos sus goles, pero sobre todo necesitamos su carácter y su experiencia. Tiene que ser un valor añadido para el Milan, guiar al equipo y animar a los compañeros. Tiene que aportar algo más».

Pero el argentino le restó importancia, aun reconociendo su cruz: «No es un peso, sé qué debo hacer y por qué me han firmado. Debo estar más tranquilo, ayudar al equipo y el gol llegará solo».