FÓRMULA 1

McLaren ya no se corta: “¿Tener un buen motor? Todavía tiene que inventarlo Honda”

Eric Boullier Mclaren-Honda
Eric Boullier ya no se corta a la hora de criticar a Honda, considerando que lo único que le hace falta a McLaren para ser competitivo es que el motorista japonés esté a la altura. (Getty)

La relación entre McLaren y Honda es un auténtico polvorín. La alarmante falta de competitividad del propulsor japonés por tercer año consecutivo ha hecho que desde las más altas esferas del histórico equipo de Fórmula 1 hayan pasado al ataque. Lo que en 2015 y 2016 eran empujoncitos cariñosos, se han convertido esta temporada en feroces ataques. Eric Boullier ha dejado muestra de su tremendo malestar en La Dernière Heure, un diario belga donde ha dicho lo siguiente: “¿Cuándo vamos a tener un buen motor? No lo sé. Todavía tiene que inventarlo Honda”.

Estas declaraciones, unidas a las de un Fernando Alonso que aseguró tras acabar el Gran Premio de Australia que el McLaren Honda de este año es el coche menos competitivo que ha pilotado nunca, no hacen sino elevar la tensión entre el equipo y su motorista. Quién sabe si buscando la ruptura del férreo contrato que les une, Eric Boullier se muestra cada vez más duro en sus opiniones públicas sobre Honda.

Lo que parece claro es que, al menos esta temporada, McLaren y Honda van a tener que entenderse. Quieran o no, pues el prestigio de ambos está en juego. A pesar de que son ya pocos los que confían en el fabricante japonés, en el Gran Premio de Mónaco podría llegar una evolución que paliase gran parte del déficit de rendimiento que ahora tiene el coche de Alonso. Eso sí, llegar a los puestos de cabeza este mismo año es una quimera, pues el punto de partida es muy bajo, tal y como reconoce Yusuke Hasegawa, máximo responsable del proyecto Honda en Fórmula 1. “Hicimos un mal trabajo”, ha asegurado el mandamás en Albert Park.

¿Llegará algún día a ser competitivo este proyecto? Cada vez son más las voces que aseguran que McLaren buscará por todos los medios romper con Honda, después de tres años, incluyendo el presente, de sinsabores. Solamente así se entienden los ataques públicos y frontales de un socio a otro. La paciencia tiene un límite.

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