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Fórmula 1

McLaren-Honda arranca el nuevo MP4-31 de Fernando Alonso

Sin luces, ni cámaras pero con acción. Las otras dos incógnitas se desvelarán el 21 de febrero cuando McLaren-Honda presente en sociedad la obra fraguada en los hornos de Woking con Peter Prodromou de maestro orfebre. Pero la acción ya ha llegado con la unidad de potencia nipona como protagonista. El nuevo motor Honda, que a priori promete algún paraíso perdido para Fernando Alonso, ya ruge en el nuevo MP4-31. 

En McLaren-Honda han decidido aumentar el romanticismo de la jornada con el corazón del MP4-31 latiendo por primera vez. Ese V6 Turbo que tantos ronroneos ha despertado en este invierno entre sumas y restas de caballos, divisiones, multiplicaciones y todo tipo de operaciones aritméticas para buscar una solución: Fernando Alonso en el podio. 

Alonso ya tuitea pensando en los test

No será hasta su presentación rodando en un asfalto cuando se puedan sacar conclusiones reales sobre si ese sonido está afinado o no. Porque, como diría la sabiduría popular, motores bonitos son los que ganan. Y en Japón (también en Woking) hace mucho que no saben lo que es eso en esto de la Fórmula 1.

Los test se acercan tanto como el día de la presentación del nuevo juguete de Fernando Alonso y Jenson Button. El día 22 ya se le escuchará desfilar por el Circuit de Barcelona-Catalunya. Los focos, como en la temporada pasada, estarán a su acecho. Miles de cábalas durante un largo invierno donde el trabajo ha sido la bandera de esta asociación que, hasta el momento, emula a los más macabros Manolo y Benito. 

Peor será difícil que lo hagan en este 2016. Toto Wolff lanzó otro capote más ante los medios diciendo que el destartalado motor nipón fue el que más mejoró en 2015. Teniendo en cuenta que ni se encendía durante la pretemporada… Los discursos optimistas ya no son tales desde McLaren-Honda y hasta parece que a Yasuhisa Arai le han escondido la máquina de humo. Silencio y trabajo. McLaren se motiva, Honda se despereza, Fernando Alonso ya tuitea y Mercedes que mira, que no se fía.