Courtois demuestra a Zidane quién es el número 1

Thibaut Courtois jugó en Vallecas el primer partido desde la llegada de Zidane al banquillo del Real Madrid con el objetivo de demostrar al entrenador francés que es el número 1. Es el hombre llamado a defender la portería del conjunto blanco durante los próximos años y la apuesta del club. Y, visto lo visto, el belga rindió a un gran nivel a pesar de formar parte de un equipo incapaz de ganar a un Rayo Vallecano que tiene pie y medio en Segunda División.

Pero el belga jugaba otro partido. Uno mucho más complicado. Consciente de que una inoportuna lesión y el legado de Keylor Navas, el hombre de las tres copas de Europa, le hacía partir en desventaja, en la barriada madrileña Courtois demostró sus cualidades. Esas que le convirtieron en el mejor portero del último Mundial y que le llevaron a fichar por el Real Madrid.

A los 17 minutos se hacía gigante bajo palos para salvar un mano a mano ante Pozo. Luego, Embarba le batiría desde los once metros, pero el atacante del Rayo se toparía con él más adelante en un disparo que el belga despejó con seguridad. En el segundo acto, mientras sus compañeros se mostraban impotentes e incapaces de generar algo positivo, volvió a realizar buenas acciones en las que se mostró muy seguro.

Zidane ha tardado ocho partidos en verle en directo. En este tiempo, en dos ocasiones le dejó en banquillo y apostó por Keylor y en el resto no pudo entrar en la convocatoria por diferentes dolencias, pero cuando ha tenido su momento ha dejado claro, salvo sorpresa, los motivos por los que la próxima temporada será el portero titular del Real Madrid. Zizou ya anticipó hace varias semanas que el curso que viene no habría debate con la portería y Courtois tiene muchas opciones de ser el elegido.