Ansu Fati es de traca

España está viendo nacer a una estrella. El Barcelona goleó al Valencia (5-2) gracias a un genial Ansu Fati que encarriló el partido antes de los diez primeros minutos. A sus 16 años y en su primera titularidad, el canterano culé anotó un gol en el segundo balón que tocó y regaló otro a De Jong en su tercera intervención. Tras anotar ante Osasuna, el joven futbolista fue el protagonista de un partido que puede marcar un antes y un después en la carrera del jugador. Gameiro enganchó al Valencia al duelo pero un grave falló de Cillessen condenó a los de Celades. Piqué y Luis Suárez, por partida doble, completaron la goleada.

Sólo estamos en la cuarta jornada pero este era un duelo de emergencia. Por un lado estaba el Barcelona, que después de caer en Bilbao y tropezar en Pamplona necesitaba los tres puntos para despejar los cantos de la Messidependencia. Esto es algo obvio, cualquier equipo dependería del mejor jugador de su historia. Y por otro estaba el Valencia, que después de un inicio suficiente (cuatro puntos de nueve), le ha tocado vivir una semana de incendios después de que Lim decidiera fulminar a Marcelino y sentar a Celades en el banquillo.

El aire a drama que rodeaba el encuentro lo despejó la presencia en el once de un Ansu Fati que, ante la ausencia de Messi y el no fichaje de Neymar, se ha convertido en un motivo de ilusión en Barcelona. Y ya sabemos, aquí el pueblo vive de ilusiones y expectativas altas. Así que el todavía niño, a sus 16 años, iba a disputar su primer partido como titular con la camiseta del Barcelona. Sólo por eso el partido merecía la pena. Adolescencia contra un equipo hecho con el alma herida.

Y el primer balón que tocó fue a la jaula. Con menos de dos minutos jugados, Ansu Fati se encontró un balón dentro del área e hizo el primero del Barcelona. Y el Camp Nou explotó. En esta vida hay personas que nacen con estrella y, el futbolista que jugará con la selección española, parece una de ellas. A saber lo que le deparará el futuro, pero lo cierto es que tiene luz y tino. Y con eso se va a muchos sitios.

Pero la fiesta de Ansu Fati no había hecho nada más que empezar. En el tercer balón que tocó, encaró Garay, le dejó tirado sobre el césped y regaló el segundo del Barcelona a De Jong. Ni en el mejor guion elaborado por Valverde o cualquier aficionado culé habría sucedido esto. Completamente de locos. Partido sentenciado a los siete minutos gracias a Ansu Fati. Estaba tirando la puerta a cabezazos.

Mientras todo el mundo se frotaba los ojos, Ansu Fati recogió un balón cerca del área y a punto estuvo de colocar el balón en la escuadra izquierda de Cillessen. Esto era de película y el Valencia estaba sobre la lona después de los dos sopapos de un futbolista genial con cara y edad de cursar bachillerato. Cuando todo hacía presagiar que el conjunto ché no se levantaría y olía a clara goleada, Rodrigo filtró un pase a Gameiro que acabó con el balón en el fondo de la red. Primero fue anulado por fuera de juego pero el VAR acabó dictando sentencia y fue gol. 2-1 y aún restaba una hora de juego. Había partido.

Regalo de Cillessen y fiesta culé 

Tras el descanso, el Valencia inició una presión alta y buscó el empate pero el ímpetu ché ceso tras un grave fallo de Cillessen que desembocó en un gol de Piqué. Griezmann le pegó desde el borde del área, el ex del Barça no atinó a recoger el balón y del error se aprovechó el central culé para remachar a puerta vacía en una posición dudosa. Esto terminó de matar a un Valencia que se había enganchado al partido y a que ahora tenía que volver a ir contracorriente.

Con el Valencia moribundo y con más de media hora por delante, el Barcelona jugó a placer y Semedo rozó el cuarto con un tiro al palo. La fiesta culé se incrementó a la hora de partido cuando Valverde decidió retirar del campo a Ansu Fati. Y como es lógico, el Camp Nou se vino abajo. Luis Suárez fue entró al campo por el canterano culé y en el primer balón que tocó hizo el cuarto con un buen disparo al borde del área. Acto seguido, Cillessen sacó dos balones de gol ante Griezmann primero y Carles Pérez después. El Barcelona estaba desatado y el Valencia completamente a su merced.

El uruguayo también hizo el quinto y puso fin a la fiesta del Barcelona y de Ansu Fati. Maxi Gómez anotó en el descuento, pero poco importó. El Barcelona recupera la sonrisa y sigue ilusionado con su joven estrella mientras que el Valencia sigue en el diván. Y parece que la depresión generada por el despido de Marcelino tardará en desaparecer.