Alaphilippe se proclama campeón del mundo de ciclismo

Julian Alaphilippe ha conseguido el gran hito de su carrera ciclista. El francés se coronó como campeón del mundo de ciclismo en ruta en Ímola. La carrera, que casi duró siete horas, permitió al corredor del Deceunick-Quick Step suceder a Mads Pedersen con el maillot arcoiris tras una tremenda galopada.

El múltiple ganador de etapa en el Tour de Francia entró en solitario en meta tras un ataque demoledor en la última ascensión del recorrido. España tuvo en Alejandro Valverde a su mejor hombre con una octava posición, aunque Mikel Landa puso la salsa a la carrera moviendo el avispero en la última vuelta.

Antes de esos kilómetros finales, el reciente campeón del Tour, Tadej Pogacar, protagonizó un pulso de 20 kilómetros en solitario contra la selección de Bélgica que terminó perjudicando a ambos. El esloveno se dejó la energías para terminar el 33º, mientras que la selección más potente quedó desarbolada dejando al archifavorito Van Aert sin gregarios.

Esa ausencia de corredores de apoyo permitió diversos ataques y en uno de ellos de Alaphilippe se marcó la diferencia. Por detrás, Roglic, Fulgsang, el citado Van Aert, Hirschi y Kwiatkowski eran incapaces de ponerse de acuerdo para reducir los 10 segundos de ventaja que adquirió el corredor francés, que pudo entrar en meta tranquilamente celebrando el triunfo más importante de su carrera.

Van Aert, tras su subcampeonato en contrarreloj, se convierte en el segundón oficial de los Mundiales con otro segundo puesto en ruta. El jovencísimo Hirschi, de 22 años y de la generación de Evenepoel y Pogacar, se quedó con el bronce por delante de Kwiatkowski por milímetros.

España hizo una buena carrera, pero faltó dureza para que Landa pudiese marcar diferencias. El alavés merece una mención especial por su empeño, al igual que viejos rockeros como Dumoulin o Nibali, que hicieron intentonas que se quedaron sin premio.