Jamás lo hubieras imaginado: la plaza más bonita de Europa está en España

La plaza más bonita de Europa está en España, nuestro país tiene lugares que destacan y que quizás tengamos más cerca de lo que imaginábamos. No es necesario viajar a millones de kilómetros de distancia para ver rincones bonitos que han despertado el interés de medio mundo. Lonely Planet ha publicado un artículo en el que ha realizado una lista de las plazas más bonitas de Europa. En lo más alto de esta lista está una plaza de nuestro país que ha logrado despertar el interés de estos especialistas en descubrir rincones maravillosos del mundo.

La plaza más bonita de Europa está en España

España tiene rincones increíbles esperándonos, lugares que se han convertido en todo un referente. No solo Madrid y Barcelona reciben visitantes por ser su riqueza museística, ciudades como Sevilla se ha posicionado en los primeros puestos de listas como la que ha hecho Lonely Planet.

Lonely Planet es la cuenta que ha analizado las plazas más bonitas del mundo y ha colocado a Sevilla entre las mejores de Europa. Esta ciudad de nuestro país es uno de los mejores destinos para visitar si queremos descubrir el arte, la gastronomía y la plaza que ha despertado el interés de estos especialistas en turismo.

Compitiendo directamente con alguno de los lugares más conocidos del mundo, las plazas de Sultanahamet en Estambul, la plaza de San Marcos de Venecia, la plaza de los Vosgos de París, la Grand Place de Bruselas, la plaza de San Pedro del Vaticano, la plaza del Duomo de Milán, está la plaza España de Sevilla.

Es un lugar realmente majestuoso en todos los sentidos. Un sitio en el que merece la pena perderse para ver el arte de nuestro país. Son 170 metros de diámetro para una plaza semieliptica con vistas a los mejores monumentos de la ciudad. La plaza España de Sevilla es uno de los sitios más fotografiados de la ciudad.

Situada en el parque de María Luisa es obra del arquitecto, Aníbal González. A él se le encargo un proyecto que tenía una misión muy concreta, debía ser un lugar de celebraciones en el marco de los pabellones y la ría que mostraba la riqueza de Sevilla. Al final el proyecto sufrió algunas modificaciones que dieron lugar a la actual plaza tal y como la conocemos, una joya de principios del siglo XX.