Cultura

Violonchelos y sintetizadores: cuando la música clásica se encuentra con la electrónica

  • Iñigo Artola
  • Portadista. Redactor de cultura, internacional, política, sociedad y lo que haga falta. Devorador insaciable de series y películas.

Se podría decir que la música electrónica es algo de la modernidad. Algo «actual». Y que la música clásica es precisamente eso: algo clásico. La música electrónica suena en macrofestivales, clubs nocturnos y pubs de la Berlin más moderna. La música clásica suena en grandes auditorios , en conciertos ofrecidos dentro de majestuosas catedrales y en los sitios más selectos de Viena. A primera vista parecen dos estilos musicales totalmente dispares. Dos estilos musicales que no se pueden juntar.

Pues resulta que ambos estilos musicales calzan a la perfección y sin problema alguno. Muestra de ello es la, cada vez más común, colaboración entre grandes y prestigiosas orquestas con DJ’s de mundial renombre. ¿Por qué no se va a poder escuchar el mítico tema techno ‘Jaguar’ con violines y contrabajos? La realidad es que sí se puede y el resultado es alucinante. Más abajo lo comprobáis.

No son pocos los Dj’s que han decidido investigar esta fusión de estilos tan separados en la línea temporal de la música. Para abrir boca, podríamos hablar de la colaboración de los germanos Super Flu con la Filarmónica de Dortmunder.

La pareja Felix Thielemann y Mathias Schwarz hicieron una magnífica colaboración con la Orquesta Filarmónica de Dortmunder que consistió en dos temas y en un concierto. Un concierto épico que solo pudieron disfrutar unos pocos afortunados, ya que fue único y jamás se ha repetido hasta la fecha. Lo cierto es que todo lo que tocan esta pareja de Dj’s, propietarios del sello Monaberry, se convierte en oro musical. Esto no iba a ser menos. Aquí podéis ver un pequeño trozo del concierto:

Pero antes que ellos, hubo otros que ya lo hicieron. El, también, alemán Oliver Koletzki colaboró con la HR-Sinfonieorchester de Frankfurt, la Orquesta Sinfónica de la ciudad alemana, en 2014. Koletzki, conocido por su música lírica pero con enérgicos beats, interpretó muchos de sus temas acompañado de los violines, contrabajos y demás instrumentos que hasta hace pocos años se pensaban solo al servicio de Mozart o Beethoven. Aquí podéis disfrutar de Mückenschwarm, un tema de Koletzki, interpretado por él mismo y la HR-Sinfonieorchester de Frankfurt:

Y no podía faltar, si mencionamos a Koletzki, su inseparable musa Fran. Este matrimonio musical, Oliver Koletzki con Fran, ha dado a luz grandes canciones que se han convertido en clásicos de la música electrónica. También HR-Sinfonieorchester de Frankfurt. Aquí el momento en el que interpretaron Hypnotized:

Y parece que la cosa va de alemanes. Quizás porque en Alemania la música electrónica tiene un mayor arraigo en la cultura popular o, quizás, porque allí les gusta más el techno que el pachangueo. En este caso repite orquesta, la HR-Sinfonieorchester, pero con nuevo Dj. Lexy & K Paul, otra pareja de Dj’s consolidada en la escena techno mundial, también unieron sus sintezidaores y controladoras con el arte del violín y los contrabajos:

Y otra píldora de Lexy & K Paul:

No se puede entender esta noticia sin mencionar al festival BBC Proms, que el año pasado se dedicó a la isla electrónica por antonomasia: Ibiza. La cadena británica es famosa por su compromiso con la buena música y, cómo no, la electrónica tiene su propio espacio desde hace años. Y por primera vez en sus 120 años de historia, el BBC Proms acogía a Radio 1 para trasladar al británico Royal Albert Hall la locura de Ibiza. Pete Tong , Jules Buckley y la Heritage Orchestra transformaron clásicos de baile consagrados en obras orquestales con la ayuda de John Newman y Ella Eyre. A continuación podéis escuchar el mítico tema ‘Café del Mar’ de Energy 92:

Y también Insomnia:

Y para terminar, uno de los grandes DJ’s que encabeza la lista de ‘míticos’. Conocido por su experimentos con todo tipo de registros musicales y por convertir en música de éxito los sonidos más peculiares, Jeff Mills también tuvo su colaboración con una orquesta. Y al igual que sus sucesores la pieza fue magistral: