Trastornos del lenguaje en el niño: Causas y tipos

El lenguaje es la herramienta que tenemos para comunicarnos con el mundo y establecer así vínculos con quienes nos rodean, por lo que identificar (con la ayuda de especialistas como un logopeda), cualquier trastorno del lenguaje durante la infancia es algo clave para el buen desarrollo del niño.

Identificar a tiempo cualquier trastorno del lenguaje permitirá que el niño, bajo trabajo y supervisión del logopeda, pueda corregir el problema y no quede marcado por un bajo rendimiento académico, aislamiento social o un desarrollo cognitivo retrasado, que suelen ser signos evidentes de que tal vez esté sufriendo alguno de los trastornos del lenguaje existentes.

Trastornos del lenguaje en el niño: Causas y tipos

Los trastornos del lenguaje son aquellos que presentan desviaciones en los patrones normales de adquisición del lenguaje desde sus primeras etapas. Sin embargo, los niños normales varían ampliamente en la edad en que comienzan a adquirir el lenguaje hablado y la velocidad a la que las habilidades lingüísticas se establecen firmemente.

Existen diferentes tipos de trastornos del lenguaje, algunos de los cuales pueden derivar en trastornos psicológicos. Por lo tanto, muchos niños que tienen retrasos en la adquisición del lenguaje tienen dificultades para leer y escribir, así como problemas en las relaciones interpersonales, que conducen, respectivamente, a un bajo rendimiento escolar y posibles trastornos emocionales y conductuales. 

A pesar de que los niños con trastornos del lenguaje pueden comunicarse mejor en situaciones familiares, existe un impedimento del lenguaje en cualquier situación, de modo que debemos estar alerta en el caso de que notemos que esto se produce.

¿Cuáles son las causas?

Las etiologías de los trastornos del lenguaje y del habla pueden involucrar aspectos genéticos, degenerativos, lesionales, ambientales y / o emocionales. El logopeda y especialista puede clasificar los trastornos según dos tipos de factores que pueden alterar y afectar desfavorablemente la evolución de la comunicación y el lenguaje: factores orgánicos, ya sean genéticos, neurológicos o anatómicos, y factores emocionales. Sin embargo, otros consideran que diferenciar entre trastornos orgánicos y psicológicos puede ser más útil en adultos, aunque ambos tipos de factores deben considerarse de manera integrada. En los niños, esta diferenciación está desactualizada, ya que el efecto de cualquier factor orgánico o psicológico tiene repercusiones en el conjunto de procesos psicológicos que constituyen la adquisición y el desarrollo del lenguaje.

Tipos de trastornos del lenguaje 

Los trastornos que interfieren con la comunicación de un individuo pueden estar relacionados con el habla, el lenguaje, la audición o la voz.

• Dislalia: Por lo general, cuando el niño llega a los 6 años, la mayoría de los sonidos del habla ya se han adquirido. La dislalia o trastorno específico de la articulación del habla se produce cuando la adquisición de sonidos del habla por parte del niño se retrasa o se desvía, lo que lleva a una mala articulación y la consiguiente dificultad para que otros lo entiendan; o también pueden producirse omisiones, distorsiones o sustituciones de los sonidos del habla;coherencia sonora inconsistente (es decir, el niño puede producir fonemas correctamente en algunas posiciones en las palabras pero no en otras).
• Disfemia: La disfemia es conocida por la dificultad para mantener la fluidez de la expresión verbal, un trastorno de la fluidez de la palabra, que se caracteriza por un ritmo verbal más o menos interrumpido bruscamente. El tipo más común de disfemia es la tartamudez, que se caracteriza por la interrupción de la fluidez verbal a través de la repetición o la prolongación de sonidos, sílabas o palabras. A menudo se acompaña de movimientos corporales, como balancear los brazos y las manos, ojos parpadeantes o temblor de labios en un intento por superar el bloqueo del habla. Muchos niños tienen una disfluencia, también llamada tartamudeo fisiológico, entre las edades de dos y cinco años, lo que se considera normal, ya que el desarrollo y la adquisición del lenguaje ocurren intensamente durante este período. El niño tiene un habla vacilante, repetición de palabras, similar a la tartamudez, pero justo cuando aparece la disfluencia, con el desarrollo del niño cesa. Se recomienda no llamar la atención del niño sobre este comportamiento o corregir o completar oraciones y palabras del niño. En esta etapa, los padres y los maestros necesitan paciencia y esperar a que el niño pueda hablar a un ritmo normal. Solo se debe buscar tratamiento si la disfluencia permanece después de esta fase.
• Afasia: Las afasias incluyen trastornos del lenguaje causados ​​por una lesión cerebral que ocurre después de la adquisición total del lenguaje o durante su proceso. Existen diferentes tipos de afasias, pero se definen de acuerdo con el sitio lesionado.  Independientemente de la ubicación de la lesión, la afasia se considera un trastorno del lenguaje en el que hay una pérdida parcial o total de la capacidad de expresar pensamientos mediante signos y su comprensión. Por lo tanto, se entiende que la afasia es la incapacidad de comprender la palabra hablada, la lectura y la escritura, aunque estas últimas se encuentran en diversos grados.
• Disfonías: Aunque no se incluye en los trastornos del lenguaje, las disfonías implican cambios en la calidad de la voz o la emisión de la voz como resultado de trastornos orgánicos o funcionales de la cuerda vocal o respiración incorrecta. La disfonía puede presentarse a través de la ronquera, la respiración o la dureza de la voz.

Tratamiento

Cada uno de estos trastornos del lenguaje, deben ser valorados por el médico para que tal vez derive al niño a un logopeda que diagnostique que ciertamente sufre de un trastorno del habla que en la mayoría de los casos suele tener solución con trabajo constante del logopeda y en algunos casos del psicólogo.