Dermatitis bebé: qué es y cómo tratarla

Cuando hablamos de dermatitis del bebé, lo hacemos para referirnos a la llamada dermatitis atópica, la cuál afecta a muchos recién nacidos. Una dolencia que a pesar de ser de carácter alérgico, si se trata con los cuidados apropiados puede remitir con el tiempo, de modo que vamos a ofreceros toda la información sobre este tipo de dermatitis, qué es, cuáles son los síntomas y cómo tratar correctamente.

Dermatitis bebé: qué es y cómo tratarla

La dermatitis del bebé, dermatitis atópica o atopía suele tener un motivo alérgico, generalmente hereditario. Una alergia que se manifiesta por vía cutánea, a diferencia por ejemplo de la rinitis, que se manifiesta de forma respiratoria.  A menudo es difícil convivir con ella ya que puede afectar al bebé desde que nace, por lo que es importante cuáles son sus causas y cómo se manifiesta, para saber cómo tratar.

Reconocer la dermatitis del bebé

La dermatitis atópica del bebé o también eccema atópico se manifiesta principalmente como una inflamación de la epidermis, pero tiene además estos síntomas:

• Prurito intenso que provoca enrojecimiento y lesiones, así como piel seca en diversas partes del cuerpo y la cara del bebé. En los casos más graves, la piel del bebé puede tener un aspecto rugoso, así como vesículas, ampollas muy pequeñas que pueden supurar y luego formar costras.
• Inquietud o incluso trastornos del sueño, especialmente en los bebés que se ven afectados con mayor frecuencia.
• Períodos de exacerbación del eccema seguidos de remisión.

Para mayor certeza, lo ideal es consultar al pediatra del bebé o con un dermatólogo, quien le propondrá una valoración alérgica que permita la posible eliminación de la causa de la dermatitis.

Las causas de la dermatitis del bebé

Involucrado en la dermatitis atópica, primero distinguimos el factor genético. Se ha observado que más de la mitad de las personas afectadas por dermatitis atópica tienen un padre o madre que también ha tenido o padece dermatitis atópica.

Luego, está también el factor inmunológico, es decir una fuerte sensibilidad a alérgenos (tipos de ácaros, pólenes, pelos de animales o incluso determinados alimentos). Desafortunadamente, todavía no se ha identificado ningún alérgeno específico en la dermatitis atópica.

Finalmente, una higiene excesiva puede dañar la barrera protectora de la piel y convertirse en un agravante, al igual que el hecho que el bebé sufra de estrés, algo que muchas puede ocurrir aunque podamos pensar que los bebés nunca se estresan.

Posibles tratamientos

Para tratar la dermatitis o el eccema atópico, se debe actuar en dos etapas. En primer lugar realizando un tratamiento básico , que consiste fundamentalmente en mantener la piel bien hidratada. Luego, aliviando los brotes inflamatorios cuando aparecen.

Para estas dos fases, existen tanto tratamientos recetados como soluciones suaves y naturales. Dependerá de cada bebé el tratamiento que vaya recibir a partir de de lo que prescriba el médico.

Sin embargo, el tratamiento básico de la dermatitis se refiere a la piel en su conjunto, no solo a las zonas afectadas. Veamos entonces una lista de pautas que se deben implementar para erradicar la enfermedad:

Bañar al bebé con un producto especial para pieles atópicas o un jabón natural, o es posible que el médico aconseje también bañar al bebé solo con agua.

• Los baños deben ser cortos, con agua tibia para no atacar la barrera cutánea.
• Hidrata la piel del bebé a diario con los productos emolientes adecuados. También puede usar aceite de almendras dulces y agregar una gota de aceite esencial de lavanda fina, conocido por sus propiedades antiinflamatorias.
• Evita que el bebé esté en ambientes con humo o sobrecalentados.
• El bebé puede sentirse realmente incómodo cuando se ve afectado por esta enfermedad. El apoyo y el afecto son, por tanto, doblemente importantes en la dermatitis, siendo el estrés y la ansiedad factores agravantes.

¿Cómo aliviar un ataque de dermatitis en el bebé?

Durante un ataque de eccema atópico, es importante aliviarlo rápidamente para evitar que se rasque y empeorar la situación. Varios tratamientos recetados por un médico y tratamientos naturales pueden ayudarte.

• Solo con receta: corticosteroides tópicos. Estos medicamentos tópicos tienen muchos efectos secundarios en caso de sobredosis. Pueden ser muy eficaces, pero nunca se deben tomar a la ligera.
• Antibióticos orales o locales para los casos más graves.
• Compresas calmantes de flor de salvia o manzanilla. Se elaboran infundiendo las flores en agua hirviendo durante unos minutos antes de dejarlas enfriar. Luego se aplica a las áreas afectadas con una compresa estéril.