Baleares superó la media en financiación per cápita en 2020, coincidiendo con su mayor desplome tributario

La liquidación de la financiación autonómica del curso 2020, el último ejercicio del que ha informado el Ministerio de Hacienda, constata una vez más que el actual sistema de financiación -en proceso de reforma- no castiga a Baleares.

Pese a ser el 2020 un ejercicio nefasto en términos de recaudación, al coincidir con la pandemia del coronavirus, las Islas fueron la cuarta autonomía en financiación per cápita muy por encima de la media (situada en el 100) con un índice del 109,1, sólo por debajo de Extremadura (109,7), La Rioja (111,9) y Cantabria (117,1).

Desde el cambio de modelo de hace trece años, Baleares nunca ha recibido menos de la media de las 15 autonomías de régimen común, todas menos el País Vasco y Navarra, que cuentan con otro modelo de financiación derivado de los derechos históricos de los territorios forales.

Así se desprende del último informe de Fedea que calcula la liquidación del modelo de financiación de 2020 para todas las autonomías, un cálculo que, como de costumbre, lo hace a competencias homogéneas –corrigiendo así el hecho de que no todas las autonomías de régimen común tienen las mismas competencias transferidas– y población ajustada –concepto que considera factores como la dispersión geográfica o el grado de envejecimiento–.

Un fondo adicional: el fondo Covid

Como señala el informe de Fedea, «el ejercicio 2020 ha sido atípico en muchos sentidos debido a la llegada de la pandemia de covid». De ahí que el Gobierno central aumentara «significativamente las transferencias a las comunidades autónomas de forma que estas pudieran afrontar la crisis sin excesivas preocupaciones financieras. A un cálculo deliberadamente optimista de las entregas a cuenta hay que sumar el establecimiento de un fondo extraordinario, el llamado Fondo Covid, dotado con unos 16.000 millones de euros, que ha financiado transferencias no retornables a las CCAA, así como la condonación de los saldos negativos (a devolver al Estado) de la liquidación de 2020».

Si se tienen en cuenta todos estos ingresos extraordinarios de parte del Gobierno de la nación y se suman a los fondos ordinarios del modelo de financiación propiamente dichos, se obtiene una tarta mayor a repartir y, en consecuencia, una distribución en el reparto significativamente distinta a la señalada antes. Así, Baleares obtiene un índice de 105,7 (el índice de la media es igual a 100), cayendo del cuarto al sexto puesto, aunque siempre por encima de la media.

En cualquier caso, a pesar del desplome en recaudación que sufrió en 2020 una comunidad eminentemente turística como Baleares, la financiación per cápita relativa del archipiélago apenas se resintió, tanto si se considera el estricto reparto a cuenta del modelo de financiación propiamente dicho (índice=109,1) a competencias homogeneizadas y población ajustada, como si se tiene en cuenta la suma de esta misma financiación y los ingresos atípicos aportados por el Gobierno de Pedro Sánchez hace dos años (índice=105,7).

En cualquiera de los dos estudios, Baleares supera ampliamente la media entre las 15 comunidades de régimen común.