A prisión el hombre de nacionalidad rumana detenido por el asesinato de un sacristán en Jaén

Entrada de la prisión de Sevilla I.
Entrada de la prisión de Sevilla I.

El hombre de 33 años y nacionalidad rumana que fue detenido como presunto autor del asesinato de Francisco Zúñiga, un vecino de 52 años de Alcalá la Real (Jaén) que ejercía como sacristán en la iglesia de la Consolación ha entrado en prisión. Tras tomar declaración, el juzgado del municipio ha ordenado el ingreso en la cárcel del varón, indigente conocido en la zona en la que se produjo el homicidio.

Los hechos habrían acontecido sobre las 20,15 horas del pasado viernes, cuando se alertaba de la presencia de un hombre con heridas compatibles con agresión por arma blanca en la puerta de la iglesia de la Consolación de Alcalá la Real, en la calle Real de dicho municipio.

El 112 alertó a la Guardia Civil, la Policía Local y los servicios sanitarios, confirmándose en primera instancia que el herido, Francisco Zúñiga, sacristán de la iglesia, presentaba varias puñaladas y que su estado era grave. Posteriormente, los sanitarios confirmaron su fallecimiento, activándose el protocolo judicial.

El caso motivó un fuerte despliegue de efectivos policiales que se extendió más allá del casco antiguo, lugar donde ocurrieron los hechos.

Ya sobre las 22,10 horas, en un edificio de viviendas próximo al recinto ferial, era detenido como presunto autor del crimen este varón de 33 años de edad y de nacionalidad rumana que este lunes ha sido ya puesto a disposición del juzgado de guardia de los de Alcalá la Real, que tras tomarle declaración ha ordenado su ingreso en prisión.

En la localidad ha sido además celebrada una concentración con un minuto de silencio en repulsa al crimen y en memoria de Francisco Zúñiga, cuya familia tomaba parte en el acto.

El alcalde de Alcalá la Real, Marino Aguilera, manifestaba que Francisco Zúñiga era una «persona conocida por todos, que siempre regalaba su tiempo a los demás y que nunca tuvo una mala palabra hacia nadie». «Él no se merece ningún gesto irresponsable, ni acusación a colectivos que nada han tenido que ver con el crimen. Se está diciendo de forma errónea que el presunto autor es magrebí, cuando se trata de un ciudadano europeo, con problemas de desarraigo, abandono y otras cuestiones que ya la investigación aclarará», señalaba.

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