El alcalde de Casariche (PSOE) tilda de protestas «políticas» los disturbios tras la oleada de robos

Tras las sonoras protestas vividas la semana pasada en Casariche (Sevilla) por la oleada de robos en la localidad, el alcalde, Basilio Carrión (PSOE), ha instado a los vecinos a cesar las quejas y dejar que la investigación siga su curso. «Tomar la justicia por su mano no conduce a nada positivo», ha lamentado.

La población local, indignada, salió a la calle y volcó varios vehículos de los presuntos ladrones apelando al ‘ojo por ojo’. La Guardia Civil ha detenido a dos mujeres a las que se les atribuye la autoría de más de diez delitos contra el patrimonio cometidos en este municipio y en su área de influencia. Ambas arrestadas son de una misma familia muy conocida en Casariche.

Los disturbios se prolongaron también frente a la vivienda del alcalde, que defiende que «no es de recibo que nadie llegue a mi domicilio y me robe mi intimidad como persona». En una entrevista a la televisión local, Carrión ha condenado «enérgicamente» la concentración ciudadana y se ha preguntando retóricamente si con dicha protesta ante su hogar se pretendía «hacer daño político o personal».

Al respecto, el regidor ha explicado que meses antes de las citadas protestas sociales, las autoridades locales ya detectaron un «aumento de la incidencia» de los robos, algo que él expuso tanto a los responsables de la Policía Local como a los mandos de la Guardia Civil, dando lugar a una investigación policial en la que había que «dejar trabajar a los profesionales, que nos indicaban que no diésemos datos» de las pesquisas, en respuesta a reproches por falta de información del asunto.

Las actuaciones policiales, según ha rememorado, dieron lugar a «identificaciones» de personas y vehículos, así como detenciones iniciales, para enriquecer las «diligencias» policiales «necesarias» para elevar a la Justicia, a la que hay que entregar «la mejor» actuación posible, según ha dicho. Así, ha insistido en la máxima del «trabajo en silencio», en «dejar trabajar a los profesionales», que venían indagando estos robos de manera previa.

Manifestación «no autorizada»

En ese contexto, ha expuesto que supo de la manifestación convocada a través de las redes sociales para el pasado lunes 2 de mayo para protestar por el incremento de los robos, una concentración que según ha recordado «no estaba autorizada» al no haber sido comunicada a las autoridades con antelación. Esta convocatoria anónima, según ha dicho, fue abordada «a todos los niveles» con la Policía Local y la Guardia Civil.

El alcalde de Casariche ha asegurado que le «sorprendió cómo acabó» la citada protesta, en alusión a la concentración celebrada ante la vivienda de la familia señalada por su supuesta autoría de los robos y el acto protagonizado por varios vecinos, volcando vehículos pertenecientes a esa familia. «Intentar tomar la justicia por su mano no conduce a nada positivo», ha aseverado, exponiendo que la vivienda estaba custodiada por agentes «para evitar perjuicios a la investigación», fruto de la cual fueron detenidas dos mujeres y recuperados diferentes efectos robados.

Ya en 2019, los casaricheños protagonizaron incidentes similares al participar en un intento de linchamiento a dos delincuentes a los que acusaban de varios robos. Varias familias rumanas afincadas en la localidad se vieron obligadas a huir del municipio.

No optará a la reelección

El alcalde se ha pronunciado además sobre la segunda marcha ciudadana, celebrada el martes día 3 y que incluyó una concentración ante su propio domicilio, donde pudo escuchar algunos «insultos» y peticiones de dimisión, lo que le ha llevado a comentar que él ya había tomado la decisión de no concurrir como candidato a la reelección en los comicios locales de 2023.

Basilio Carrión ha condenado así «enérgicamente» esa concentración ante su vivienda, porque «no sirve absolutamente para nada positivo», sobre todo cuando la investigación policial sobre los hechos ya «estaba en marcha».

Al punto, ha preguntado retóricamente si con dicha protesta ante su hogar se pretendía «hacer daño político» a su figura, aludiendo a la posibilidad de que «algunos interesados» decidiesen «usar todo esto» para hacerle «daño político o personal». «No es de recibo que nadie llegue a mi domicilio y me robe mi intimidad como persona», ha aseverado el alcalde, insistiendo en la idea de que hayan pesado «otros intereses».

Así, el socialista ha llamado a que la citada situación «no se repita» para «nadie», avisando de la «imagen» que los protagonistas de los altercados han dado del municipio.