El accidente de Los Palacios, un misterio: la investigación no ve una «explicación lógica» a lo ocurrido

La investigación del accidente de tráfico que dejó seis muertos, entre ellos dos guardias civiles, tras arrollar un camión un control de drogas de la Benemérita en la AP-4, en Los Palacios y Villafranca (Sevilla), está explorando «todas las posibilidades» sobre las causas que lo motivaron y aún no ha encontrado «una explicación lógica» a lo ocurrido.

El fiscal delegado de Seguridad Vial de Andalucía, Luis Carlos Rodríguez León, ha detallado este miércoles que las pesquisas, en las que participa la propia Guardia Civil, implican «muchos cálculos de velocidad, de fuerza y de desplazamiento» de los vehículos implicados, además de comprobaciones de la señalización instalada por los agentes.

El representante del Ministerio Público ha expuesto que más de una semana después de este grave siniestro todavía hay que «investigar con más profundidad» para esclarecer qué pasó, pues «no hay, entre comillas, una explicación lógica de lo que ocurrió». Es decir, lo sucedido «no concuerda» con los datos recabados hasta el momento, extremo que convierte esta investigación en una tarea «más compleja», ha señalado Rodríguez León en una entrevista en Canal Sur Radio.

Por ello, ha pedido dar «más tiempo» a los profesionales involucrados en la investigación, agregando que, entre otros aspectos, no se ha descartado aún que el conductor del camión, que arrojó resultado negativo en las pruebas de alcohol y drogas, estuviese usando el teléfono móvil mientras estaba al volante.

«No se ha descartado todavía porque se están investigando las comunicaciones de los teléfonos, tanto del privado como del de la empresa. Lo mismo después, una vez que se haya hecho el análisis, hay que descartarlo también», ha apuntado el fiscal. Es necesario explorar «todas las posibilidades que a la mente humana se le puedan ocurrir para ir descartando opciones hasta encontrar algo que, de alguna manera, pueda ayudar a dar razón a lo que ha ocurrido».

El accidente ocurría sobre las 4:40 horas del martes 19 de marzo en el kilómetro 24 del sentido Sevilla de la autovía AP-4, en Los Palacios, donde el Grupo de Acción Rápida (GAR) de la Guardia Civil había instalado un control de interceptación de traslados de sustancias estupefacientes, conformado por un total de 17 agentes, más del doble del mínimo de ocho efectivos que marca el protocolo del Instituto Armado para este tipo de dispositivos.

El control

Aunque el control estaba en un punto «de visibilidad» de la autovía y estaba debidamente señalizado, según el subdelegado del Gobierno en Sevilla, Francisco Toscano, fue «barrido» por un camión articulado cargado de productos hortofrutícolas que había partido de La Línea de la Concepción (Cádiz) con destino a Guarromán (Jaén).

Mientras el comandante de la Guardia Civil Rafael Jiménez explicaba a los medios de comunicación en el lugar del siniestro que se indagaría la posibilidad de «una somnolencia o una falta de atención» del camionero como posibles causas del siniestro, el subdelegado del Gobierno reiteraba que estábamos ante un «siniestro vial por causas accidentales», aludiendo a «una distracción, un destello o un despiste» del conductor del camión, que antes de la colisión sólo dio «un frenazo o volantazo» dirigiendo el vehículo hacia el arcén, pero sin evitar que éste impactase contra tres coches patrulla del GAR y dos turismos particulares.

El camionero afronta seis presuntos delitos de homicidio por imprudencia y tres supuestos delitos más de lesiones graves por imprudencia. Fue detenido y pasó tres días en prisión provisional, pero finalmente quedó en libertad con cargos.

Como consecuencia del accidente fallecieron dos agentes de la Guardia Civil y cuatro personas que permanecían en el interior de sus vehículos particulares detenidos con motivo del control. Entre estos cuatro fallecidos figuraban dos personas con antecedentes por tráfico de drogas: un vecino de Dos Hermanas (Sevilla) de 47 años y un ciudadano de Ceuta de 53 años.

Los clanes

A tal efecto, fuentes del caso consultadas por Europa Press han precisado que el citado vecino de Dos Hermanas sería una de las personas detenidas en 2018 en las operaciones denominadas Minimus, Temple y Thuran, saldadas con el desmantelamiento de un entramado criminal especializado en el tráfico de heroína en las provincias de Málaga y Sevilla. Aquellas actuaciones policiales se centraron en un clan apodado Los Mellis, dedicado al tráfico de sustancias estupefacientes en la capital sevillana, mayormente heroína, de la que se abastecerían en la provincia de Málaga.

En el caso del vecino de Ceuta, se trataría de uno de los 46 detenidos de la operación Asgard en 2021, saldada con el desmantelamiento de una organización dedicada al tráfico de drogas, pertenencia a organización criminal y blanqueo de capitales liderada por un individuo apodado El Tapi. En aquella operación, desarrollada en la ciudad de Ceuta y en las provincias de Cádiz, Málaga, Almería, Murcia y Barcelona, fueron incautados 8.665 kilos de hachís y seis embarcaciones neumáticas semirrígidas.

Además de las seis víctimas mortales, el accidente arrojó un saldo de cinco heridos, todos ellos miembros de la Guardia Civil. Dos de ellos sufrieron sólo lesiones leves y se desplazaron a centros sanitarios por sus propios medios, mientras que otros tres revestían más gravedad y fueron ingresados en centros hospitalarios. Uno de ellos ya ha recibido el alta.