¿Es el iPhone 16 Pro realmente un salto frente al iPhone 16?

Cada año, cuando Apple lanza nuevos modelos de iPhone, la pregunta es siempre la misma: ¿realmente vale la pena dar el salto a la versión Pro o es suficiente con el modelo estándar? Este 2024 no es la excepción con la llegada del iPhone 16 y el iPhone 16 Pro. Aunque los modelos Pro ofrecen características más avanzadas, hoy quiero argumentar por qué, en mi opinión, el verdadero salto este año está en el iPhone 16 frente al iPhone 15, y no tanto entre el iPhone 16 y el iPhone 16 Pro. Llevo dos semanas con ellos entre las manos y, de momento, estas son algunas de las conclusiones que puedo arrojar.

Un gran avance en la cámara del iPhone 16

Uno de los aspectos más llamativos del iPhone 16 en comparación con el modelo anterior es la mejora en el sistema de cámaras. Apple ha dotado al iPhone 16 de una cámara principal que, aunque no alcanza la sofisticación de la del modelo Pro, ha recibido un notable impulso en calidad y rendimiento.

El sensor más grande y las mejoras en la captura de luz ofrecen una experiencia fotográfica de alto nivel, incluso en condiciones de baja luminosidad. Este es un cambio que cualquier usuario puede notar al usar la cámara en su día a día, desde fotos familiares hasta paisajes. Para muchos, esta mejora en la cámara ya justifica la actualización al iPhone 16 desde modelos anteriores, como el iPhone 15.

En cuanto al iPhone 16 Pro, sí es cierto que añade capacidades adicionales, como el teleobjetivo y el sensor LiDAR, pero estos extras están más orientados a usuarios quieren ir un paso más allá y exprimir al máximo la experiencia fotográfica. Para la mayoría, la cámara del iPhone 16 es más que suficiente y supone una mejora importante respecto al iPhone 15. Además, se le puede sacar mucho partido. Quien no es imaginativo con la cámara de un iPhone 16, tampoco lo va a hacer con la del iPhone 16 Pro.

Los nuevos botones

Apple ha introducido dos botones importantes este año que pueden cambiar la forma en que los usuarios interactúan con sus iPhones: el botón de acción y el botón de la cámara. Lo interesante aquí es que ambos están disponibles tanto en el iPhone 16 como en el iPhone 16 Pro.

El botón de acción, heredado del Apple Watch Ultra y que se incorporó en el iPhone 15 Pro el año pasado, permite personalizar accesos rápidos a funciones como la cámara, linterna, grabadora de voz o el modo silencio. Esta novedad en el iPhone 16 marca una diferencia en comparación con el iPhone 15, donde no está presente, y permite a los usuarios una mayor personalización sin necesidad de optar por el modelo Pro.

Por otro lado, el botón dedicado para la cámara, que permite abrir la aplicación de fotos de forma inmediata, es otro avance que facilita la experiencia de uso. Este botón, disponible tanto en el iPhone 16 como en el Pro, mejora la rapidez y accesibilidad a una de las funcionalidades más usadas en un smartphone. Aunque debo decir que, a fecha de hoy, todavía estoy en fase de aprendizaje y me resisto utilizarlo siempre, ya que son muchos años accediendo a la cámara desde el panel principal. Es cuestión de darme algo más de tiempo.

Ambas mejoras benefician al iPhone 16, equiparando ciertas capacidades de los modelos Pro y haciendo que el modelo estándar sea mucho más atractivo para el usuario medio que busca un equilibrio entre funcionalidad y precio.

Procesadores, diferencias imperceptibles

Aquí es donde surge una de las diferencias más técnicas entre los dos modelos: el iPhone 16 incorpora el chip A18, mientras que el iPhone 16 Pro lleva el A18 Pro. Aunque el A18 Pro ofrece una capacidad de procesamiento algo mayor, con mejoras en la gestión de gráficos y tareas más exigentes, la diferencia entre ambos chips no será perceptible para el usuario estándar en el día a día.

Para tareas habituales como mensajería, redes sociales o navegación web, ambos chips ofrecen un rendimiento fluido y rápido. La ventaja del A18 Pro se notará más en contextos muy específicos, como la edición de vídeo en 4K o juegos con gráficos extremadamente exigentes, algo que no es una prioridad para la mayoría de los usuarios. Lo resumo de una manera poco convencional, pero entendible: WhatsApp se te abrirá 0,0000,1 segundo más rápido en el modelo Pro.

Pantalla y otras diferencias menores

Si bien es cierto que el iPhone 16 Pro incorpora una pantalla ProMotion de 120 Hz y un brillo algo superior, la pantalla del iPhone 16 no se queda atrás. Con un panel OLED de alta calidad que ofrece una excelente nitidez y representación de colores, la mayoría de los usuarios no sentirán una diferencia importante en el uso diario entre el modelo estándar y el Pro, especialmente para actividades como redes sociales, mensajería o vídeos.

El verdadero avance está en el iPhone 16

Por supuesto, el iPhone 15 y el 14 son modelos plenamente vigentes, pero Apple, en mi opinión, ha reforzado este año más el modelo estándar que el Pro. Su cámara mejorada, junto con la incorporación del botón de acción y el botón de cámara, hace que sea una opción muy completa sin necesidad de optar por el modelo Pro.

El iPhone 16 Pro es, sin duda, un dispositivo potente, pero las diferencias con el iPhone 16 no son tan significativas en el uso diario para justificar el salto, a menos que seas un usuario profesional o extremadamente exigente en temas como fotografía o aplicaciones exigentes. Para la mayoría de las personas, el iPhone 16 es más que suficiente y marca el verdadero avance en esta generación de iPhone.