Piden 14 años de cárcel para una mujer que mató a puñaladas a su novia por celos en Madrid

La mujer que en el año 2022 mató a su novia asestándole 13 puñaladas con un cuchillo de cocina, lo hizo por celos. Son las conclusiones del escrito de la Fiscalía que pedirá 14 años de cárcel a la homicida durante el juicio que comenzará el próximo día 25 de noviembre en la Audiencia Provincial de Madrid. El representante del Ministerio Público le imputa a la encausada un delito de asesinato con el agravante de parentesco, ya que ambas, víctima y verdugo, eran pareja cuando sucedieron los hechos.

El escrito de la Fiscalía sostiene que sobre las 12:00 horas del día 15 de julio de 2022 la acusada comenzó una discusión con su pareja sentimental en su domicilio de Madrid porque sospechaba que le había sido infiel. En el transcurso de la discusión la homicida, presuntamente, agarró un cuchillo de cocina y le asestó a la mujer varias puñaladas en distintas zonas del cuerpo. En concreto, trece en el tórax, también en el abdomen, el hombro y en el cuello. La mujer falleció poco después a consecuencia de la agresión.

El escenario del crimen fue un primer piso del número 6 de la calle Alfonso VI, en el barrio de La Latina del distrito Centro de Madrid. Pasadas las 16.30 horas de aquel viernes, la presunta agresora llamó a una amiga confesándole que había matado a su pareja durante una pelea. La amiga llamó de inmediato al teléfono de Emergencias 112 de Madrid alertando del presunto crimen y facilitando la dirección donde vivían ambas mujeres.

A la llegada del Summa-112 sus efectivos encontraron a la víctima muerta. Su cuerpo presentaba multitud de heridas heridas por arma blanca en tórax y abdomen. La mujer había perdido mucha sangre y llevaba entre dos y tres horas muerta.

Los agentes encontraron a la presunta asesina muy tranquila después de matar a su novia. Estaba en el salón de la casa, no opuso ninguna resistencia y asumió los hechos. Tampoco estaba herida y los policías encontraron junto a ella el cuchillo de cocina que había usado para perpetrar el crimen. La mujer, tras asesinar a su novia, había bajado a la calle y tras dar una vuelta había subido de nuevo a la casa y, entonces, llamado a una conocida para confesarle el crimen.