La teledermatología permite detectar casos urgentes

Estos días se celebra en Bilbao el congreso anual de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV). Yolanda Gilaberte, vicepresidenta primera de esta sociedad científica, ha explicado en un encuentro con los medios de comunicación cómo la teledermatología ha experimentado un impulso enorme durante la pandemia. «Es una herramienta extremadamente útil, entre otras cosas, para priorizar los casos que necesitan atención con mayor urgencia», ha indicado.

Para la Dra. Gilaberte, las herramientas tecnológicas han facilitado en gran medida el trabajo de los dermatólogos. Entre otras destacó las empleadas para medir escalas de gravedad de las enfermedades de la piel, para el apoyo en el diagnóstico y en la prescripción. La telemedicina, ha añadido, ha sido clave para la especialidad en el último año y medio. La pandemia, el motivo por el cual el congreso de la AEDV se celebra por primera vez de forma presencial desde la convocatoria de 2019, tiene también una especial relevancia en el programa científico del encuentro.

Dermatología en tiempos de pandemia

La teledermatología ha sido una herramienta clave para la especialidad en el último año y medio. El papel de los dermatólogos españoles y de la Academia en la investigación sobre las manifestaciones cutáneas de la Covid-19 ha sido clave y reconocido a nivel internacional. Cristina Galván, dermatóloga del Hospital Universitario de Móstoles en Madrid y una de las autoras principales del estudio Covid Piel, publicado en la revista British Journal of Dermatology en abril de 2020, recuerda que «profesionales e investigadores de todos los países se han apoyado en él para implementar sus estudios». Se trata de «la primera publicación a nivel internacional que describió y clasificó las manifestaciones cutáneas que se encontraban asociadas a la COVID-19. Esto sirvió para orientar a los clínicos en el momento más álgido y de incertidumbre de la pandemia», explica la Dra. Galván.

Y señala que fue «la necesidad de ayudar a la buena evolución de la pandemia desde nuestra especialidad, privilegiada por tener el órgano diana a la vista” la que llevó a emprender este proyecto. Tras coincidir “virtualmente” con la Dra. Alba Catalá, que sería otra de las autoras principales, ambas compartieron el proyecto con la AEDV y con su apoyo “conseguimos llegar a los dermatólogos de todo el país, de forma que 80 participaron en el estudio aportando sus casos».

En ese momento, principios de 2020, «las consultas estaban clausuradas y recibíamos todos los casos telemáticamente. Nos preguntábamos qué estaba pasando y la coincidencia de los dos fenómenos, pandemia y avalancha de casos, nos impulsó a buscar una respuesta», comenta la Dra. Galván. El análisis de los resultados «sorprendió al mostrar que cada una de las cinco manifestaciones que encontramos y describimos, se asociaba a un patrón de gravedad sistémica COVID-19 y a un rango preferente de edad, con las implicaciones clínicas que esto supuso en ese momento de incertidumbre”, señala, pues, hasta su publicación «sólo contábamos con descripciones de casos individuales, series muy cortas o publicaciones carentes de descripción, clasificación e imágenes».


Si el papel de los dermatólogos ha sido importante en una época de pandemia en la que «todo han sido retos», en palabras de la autora principal del estudio Covid Piel, no lo será menos para los próximos meses. Además de hacer frente al aumento de las listas de espera para citas y procedimientos que todavía se arrastra desde los meses del confinamiento, como en otras especialidades, los especialistas tienen que hacer frente a las consecuencias del exceso de agresiones a las que se ha visto sometida la piel, que ha sido «una gran sufridora de las medidas de protección individual», como indica la Dra. Galván. El incremento del lavado de manos, uso de antisépticos, mascarillas y vestimenta de seguridad en sanitarios «ha generado una auténtica epidemia paralela de dermatitis». Además, al igual que sucedió en los años 80, unos meses después de los primeros casos de VIH, “esperamos un repunte de casos de dermatitis alérgica de contacto”, explica la especialista.