Recetas de cocina

Pollo en salsa verde con guarnición

El pollo es una de esas carnes que admiten, prácticamente, todo tipo de salsas como acompañamiento, y, la verdad, esto es algo de agradecer porque esta carne, pasada un poquito de cocción, puede resultar de lo más seca.

Se trata de un alimento bastante económico y nutritivo, motivos que lo convierten en uno de los productos más incluidos en nuestra dieta y, por lo tanto, más consumidos.

Nuestra propuesta de hoy se trata de una receta que os hará rebañar y dejar el plato bien limpio porque, os aseguramos que este plato os sorprenderá.

¿Deseando probar ya este pollo en salsa verde con guarnición?

Ingredientes:

Para la guarnición:

Elaboración:

Comenzaremos escaldando las espinacas y, posteriormente, cociéndolas. Para lo primero, bastará con que pongamos agua en una olla y, cuando ésta hierva, meteremos las espinacas durante unos 30-40 segundos (desde que el líquido entre en ebullición nuevamente). Transcurrido este tiempo, las sacaremos con ayuda de una espumadera y las pondremos en otro cazo en el que previamente habremos calentado agua.

Las cocemos durante unos 3-4 minutos, las escurrimos bien y reservamos.

Lavamos bien la albahaca y la picamos. Reservamos.

Lavamos el perejil fresco, retiramos la mayor parte del tallo que podamos y lo troceamos. Reservamos.

En una sartén con un chorrito de aceite de oliva, añadimos las espinacas, la albahaca y el perejil. Removemos y dejamos un par de minutos. Agregamos la nata, una pizca de nuez moscada, la pimienta negra molida y la sal. Movemos con una cuchara de madera, mantenemos a fuego suave otros 3 minutos y, tras este tiempo, vertemos todo el contenido en el vaso de la batidora y trituramos. Recomendación: Si veis que al incorporar la nata, ésta se queda corta en relación a la cantidad de espinacas que hay, echado un poquito más para que, al triturar, no terminemos con una densa pasta que tenga más aspecto de puré que de salsa.

Pasamos por el pasapuré y reservamos.

Nos ponemos con el pollo. Para hacerlo podremos optar por dos opciones; o bien a la plancha o bien al horno.

En cualquier caso, partiremos cada pechuga en dos y salpimentaremos cada uno de los cuatro trozos.

Si lo hacéis a la plancha, tan solo tendréis que calentar bien una sartén antiadherente (añadiendo unas gotitas de aceite de oliva) y preparar el pollo dándole el punto justo para que no quede seco. Consejo: Ya sabéis que esta carne es muy delicada así que procurad que se haga bien por dentro (no quede rosado) y, sobre todo, que sea fresca y no hayamos mantenido cruda más de 1 día en nuestra nevera.

Por el contrario, si deseáis hacer el pollo al horno, lo untaremos con un poquito de mantequilla (solo engrasarlo) y lo meteremos durante unos minutos hasta que, como en el caso anterior, esté bien hecho.

Ya solo nos faltará emplatar. Para ello, colocaremos cada una de las partes de la pechuga en un plato y verteremos por encima parte de la salsa.

Servimos bien calentito y ya tendremos listo este riquísimo pollo en salsa verde.

Para acompañar esta carne podemos preparar una deliciosas patatas al horno o unas verduras al vapor, ambas posibilidades le darán un toque extra de sabor y que harán de este pollo, un plato redondo.

Para las patatas, procurad elegir unas de guarnición (se hacen antes y no corremos el riesgo de que queden crudas por dentro), colocadlas en una fuente, dadles una pincelada de mantequilla fundida, salpimentad y meted al horno.

Para la verduras, podréis prepararlas al vapor (conservando, de este modo, todos sus nutrientes) o a la plancha.