OKArte analiza la colección de Édouard Carmignac

Tuve el honor de conocer a Édouard Carmignac en persona el pasado diciembre en una cena en Nueva York. Carmignac, de origen parisino, es un banquero de inversión y gestor de fondos. La gestora, que lleva su nombre, es de las mas importantes y exitosas de Europa. Edouard fundó Carmignac Gestión en 1989, a día de hoy tiene casi 70 mil millones de dólares en activos.

Carmignac es carismático, educado y entretenido. A sus 71 años tiene un espíritu muy joven. Antes de iniciar sus estudios universitarios, quiso ser una estrella de rock. Sin embargo, terminó obteniendo un diploma en economía de la Universidad de Paris y un MBA de la Universidad de Columbia. Ahora su afición por la música continúa a través de los conciertos que celebra anualmente para conmemorar los éxitos de su gestora.

Otra de sus aficiones es el Polo. Carmignac es un gran entusiasta de este deporte, su equipo alcanzo la semifinal de la prestigiosa Copa Oro Deauville en el año 2017. Sin embargo, la afición por la cual es más conocido es por su colección de arte contemporáneo. Se dice que Carmignac es en Europa lo que Steven Cohen es en Estados Unidos, ambos gestores de fondos importantes y grandes propulsores del arte moderno y contemporáneo.

La colección de Carmignac es puramente moderna, sin embargo, posee dos obras del pintor italiano del Cuattrocento Sandro Botticelli: La virgen de la Granada y una venus. Son las dos únicas obras antiguas de la colección. Para Carmignac, Botticelli representa la mujer con los cánones de la belleza más puros, la síntesis renacentista de la belleza femenina de la época clásica.
En el año 2000 se crea la Fundación Carmignac, una fundación corporativa con casi 300 obras de arte que promueve el arte contemporáneo.

El objetivo de la fundación era compartir, no solamente con los empleados de la gestora sino con el público en general, la colección que Edouard ha ido amasando en los últimos 30 años. La fundación actúa como mecenas cultural y benéfica, otorgando un premio de fotoperiodismo cada año.
En el año 2018 la fundación abre su colección al público en la isla de Porquerolles, una isla situada en el Sur de Francia en la región de la Provenza. La isla posee unos 250 habitantes y tiene unos 7 kilómetros de largo por 3 de ancho. La fundación está dirigida por su hijo, Charles Carmignac. La colección está hecha a imagen y semejanza de la cultura de la gestora, basándose en la independencia de pensamiento, la apertura al mundo y el intercambio de puntos de vista. Entre otras se encuentran obras de Andy Warhol, Jean-Michel Basquiat, Roy Lichtenstein, Gerhard Richter, Andreas Gursky, Keith Haring, Jaume Plensa, Mikel Barceló, Gonzalo Lebrija y Martial Raysse.

A la isla se accede solo por barco, la travesía es parte del encanto de este especial encuentro con el arte, una vez llegados a la isla hay que cruzar el bosque, caminar entre viñedos y olivos centenarios embriagados por el aroma de los eucaliptos. Una vez llegados al museo el visitante se debe descalzar y beber una bebida hecha a base de plantas cultivadas en el lugar. Este ritual de bienvenida está pensado para crear en cada visitante una experiencia mística.

El mensaje es «Abre los ojos para mirar hacia dentro y conectarte mejor con lo que hay alrededor». Uno se desvía un poco del entorno habitual para experimentar la isla interior, para aprovechar ese misterioso poder de transformación que puede tener lugar al entrar en contacto con una obra de arte. Solo, frente a una obra, al caer la noche, pueden pasar muchas cosas…