Una intensa semana para la princesa Leonor

La princesa de Asturias tendrá la oportunidad la próxima semana de conocer directamente las instalaciones de la Academia General del Ejército ubicada en Zaragoza y presenciar un acto tan significativo para la institución militar como es la entrega de despachos a los oficiales que han cursado sus estudios y se han formado adecuadamente como nuevos miembros del Ejército de Tierra. Lo hará junto a su padre, el Rey Felipe, capitán general de las Fuerzas Armadas, y así se podrá hacer una idea más precisa de lo que le espera este primer curso de su formación castrense que se iniciará el próximo mes de agosto y, además, tendrá ocasión de conocer a los mandos con los que convivirá a partir de este verano. La princesa Leonor terminó la primera etapa de su formación académica el pasado mes de mayo, al finalizar sus estudios de Bachillerato Internacional en el Colegio de San Donato, de las Escuelas del Mundo Unidas, que se han prolongado durante dos años.

Ahora lo que le toca a la heredera de la Corona es hacer una inmersión en el mundo castrense a lo largo de los tres años que durará su paso por las tres Academias militares de Tierra, Mar y Aire, ubicadas en la capital zaragozana, la ciudad gallega de Marín, donde se sitúa la Academia de la Armada, y por la localidad murciana de San Javier, donde está la sede de la Academia General del Aire. Por tanto, es muy oportuna la decisión de que doña Leonor esté junto a su padre el próximo día 7 de julio, en el acto en el que los nuevos tenientes de Tierra reciben su despacho, que certifica su pertenencia al ejército español.

La próxima semana, antes de desplazarse a Zaragoza, los Reyes y sus hijas viajarán a tierras de Cataluña para entregar los premios que llevan el título de la primogénita de don Felipe y doña Letizia como princesa de Gerona. Dado que la situación con los responsables políticos de la ciudad no ha cambiado respecto a la presencia de la familia real en instituciones gestionadas por independentista, los actos de los premios se van a celebrar este año en un hotel situado en Caldas de Malavella, elegido por la Fundación Princesa de Gerona. Las discrepancias existentes entre los políticos catalanes secesionistas, que rechazan acoger a los Reyes y sus hijas en sus sedes de la capital gerundense, han provocado que la entrega de los galardones se haya convertido en un absurdo peregrinaje por la provincia, ya que tiene que cambiar de lugar cada año para eludir los problemas.
A pesar de todo, los Premios Princesa de Gerona han logrado superar las dificultades y llegan ya este año a la decimocuarta edición con la fuerza de seguir promocionando el talento joven para hacer frente a los retos globales. Una causa que merece la pena todos los esfuerzos que están dispuestos a continuar haciendo tanto la familia real como la Fundación Princesa de Gerona.