“Cuento de Navidad. Encapsulando a Dickens” para el público familiar

Cada diciembre, cuando la oscuridad se adelanta y las ciudades se visten de luces, los teatros vuelven a recuperar historias que parecen hechas para ese momento del año. Una de ellas, quizá la más emblemática, es el “Cuento de Navidad” de Charles Dickens. Esta vez llega de la mano de Société Mouffette y Coma14, compañías que han decidido despojar el relato de artificios para ofrecer una versión pequeña, cálida y construida casi como un recuerdo familiar compartido.

La encargada de sostener la pieza del «Cuento de Navidad. Encapsulando a Dickens» es Vera González, que no se limita a narrar: acompaña al público como quien abre una caja guardada durante años. La función no supera la media hora —32 minutos—, pero tiene la cualidad de esas historias que, contadas sin prisa, parecen mayores de lo que dura su puesta en escena.

Scrooge como espejo de una época y de cada espectador

El recorrido que propone la obra es bien conocido: Scrooge, hombre duro, insensible, convencido de que la compasión es un lujo inútil, recibe la visita de tres espíritus que lo obligan a mirarse desde fuera. No hay excesos ni adornos: el montaje se sostiene en objetos, pequeñas maquetas y un trabajo lumínico que permite que cada escena respire por sí misma. El relato avanza con la naturalidad de una lectura en voz alta, como si alguien hubiera abierto un libro y, sin querer, hubiera convocado lo que allí se cuenta.

Ese gesto de compartir la historia nace de un recuerdo que vertebra la obra. La narradora evoca cómo su abuela decidió, una Nochebuena cualquiera, leer el cuento en familia. Fue un acto improvisado que terminó convertido en tradición. Esa memoria, lejos de ser anecdótica, funciona como punto de partida emocional: la cultura como algo que se entrega, que pasa de unas manos a otras.

Un equipo artístico que trabaja desde la delicadeza

La dirección corre a cargo de Tolo Ferrà, que también firma la iluminación. Su propuesta evita la estética grandilocuente con la que a veces se reviste este clásico y apuesta por un lenguaje mixto: teatro de objetos, textos dramáticos, audiovisual, poesía y un espacio sonoro que acompaña sin invadir.

El trabajo de Amaya Cortaire en la escenografía y de Iñaki Rubio en el diseño sonoro se integra sin buscar protagonismo, casi como si todo perteneciera al mismo mecanismo íntimo. El resultado es una pieza que no pretende deslumbrar, sino convocar la emoción original del cuento.

La obra recuerda, de forma sutil, que la cultura tiene un papel que va más allá del entretenimiento: ayuda a pensar, acompaña cuando falta compañía, ilumina zonas que permanecen quietas hasta que una historia las despierta.

Una gira que acerca el cuento a distintos municipios

La propuesta recorrerá varios municipios de la Comunidad de Madrid, cada uno con un horario distinto, algo que encaja bien con la naturaleza itinerante de la pieza:

• Torrelodones – Teatro Bulevar: 13 de diciembre, 18:00 h
• Ciempozuelos – Sala Multifuncional: 14 de diciembre, 18:00 h
• Alcorcón – Teatro Municipal Buero Vallejo: 15 de diciembre, 12:00 h
• Valdemorillo – Casa de Cultura Giralt Laporta: 21 de diciembre, 18:00 h

No se trata de una gran producción, sino de una experiencia que funciona especialmente bien en espacios de proximidad. El público —grupos pequeños, familias, espectadores jóvenes— tiene la sensación de estar asistiendo a un relato contado casi al oído.

Una invitación a recuperar el gesto de contar

“Cuento de Navidad. Encapsulando a Dickens” no busca actualizar al autor ni reinventar el texto, sino recordarlo con la sencillez de quien sabe que hay historias que sobreviven porque siguen revelándonos algo. En tiempos apresurados, esta versión opta por detenerse y devolver al cuento su capacidad de transformación.

Más información sobre el proyecto y la gira puede encontrarse en la web oficial

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