Nuno Brito: «España es un mercado clave para nosotros, esperamos llegar a los 3.000 usuarios»
Entrevista al CEO y fundador de Goparity, la plataforma de finanzas sostenibles lusa que ha logrado completar su campaña de financiación para que Comunidad Solar pueda adquirir la planta solar de La Cervantina en Murcia
Goparity ha superado todas las expectativas rompiendo la barrera de su campaña de financiación para adquirir por completo la planta solar de La Cervantina, en la localidad murciana de Fuente Álamo.
La campaña, que se lanzó el pasado 4 de abril por valor de 600.000 euros, posteriormente fue ampliada hasta los 800.000 euros para que Comunidad Solar pudiera sacar adelante el proyecto más ambicioso de la fintech, una buena noticia que damos en exclusiva desde OKGREEN.
Esta plataforma de finanzas sostenibles, que desde su nacimiento en 2017, ha recaudado 32 millones de euros para financiar más de 340 proyectos en todo el mundo, contribuye a crear más de 4.700 empleos y evita la emisión de más de 252 toneladas de CO2 a la atmósfera anualmente.
Democratizar la financiación
La fintech de origen portugués tiene como misión el «democratizar el acceso a la financiación sostenible conectando a empresas y particulares que quieren invertir de forma sostenible en proyectos que generen un impacto positivo en la sociedad y el planeta».
Catalogada como una de las tres plataformas de crowdfunding de mayor crecimiento en Europa por Todo Crowdlending, Goparity ha recaudado más de 33 millones de euros con los que ha financiado más de 360 proyectos a nivel mundial, 6 de ellos en España.
Tras el éxito de la financiación del proyecto, entrevistamos en OKGREEN a Nuno Brito, CEO y fundador de Goparity.
OKGREEN: Estáis ahora mismo con el proyecto de Comunidad Solar en Murcia, el más importante de vuestra compañía, ampliando la campaña de crowdfunding de 600.000 a 800.000 euros. ¿Qué significa este paso para vosotros y para el sector de las energías renovables?
Nuno Brito: Desde Goparity, conseguir ampliar el objetivo de la campaña es todo un logro. No solo significa que más personas están apostando por la inversión con impacto sino que estamos creciendo en España.
En cuanto al sector de la energía renovable, campañas como la de Comunidad Solar demuestran que, por un lado, el crowdfunding se está afirmando como una forma de financiación alternativa y que, por otro lado, los ciudadanos y empresas creen en el sector, están dispuestos a invertir en él, y quieren ser parte activa de la transición que necesitamos.
P.: Habéis superado ya el segundo objetivo, rompiendo la barrera de los 700.000 euros. Tras lograr este objetivo, ¿cuáles son los siguientes pasos y qué tiempos manejáis para que se pueda disponer de la energía?
R.: Alcanzamos el objetivo el 19 de mayo. A partir de esa fecha, se pasa por un período de cool off de 4 días, una especie de período de reflexión para los inversores durante el cual pueden todavía cancelar su inversión si así lo desean y después se pasa a procesar contratos, escrituras, etc.
Una vez todo firmado, Comunidad Solar pasará a ser dueño de 100% de la planta fotovoltaica de La Cervantina y dispondrá de toda la energía para proveer a sus comuneros.
P.: Este modelo de autoconsumo remoto marca el camino para muchas personas y empresas que no pueden permitirse instalar fotovoltaica por temas de espacio y suelo. Dada la trayectoria que tenéis, ¿qué porcentaje de participantes privados optan por sumarse a vuestra fórmula y qué perfil tienen?
R.: Todos los inversores que participan en Goparity son individuales, bien es cierto, que pueden participar compañías o fundaciones sin ánimo de lucro, pero en todo caso se trata de participantes privados.
En cuanto al perfil de los inversores, la mayor parte de la comunidad son europeos, hombres (69% frente al 31% de mujeres) y que buscan tanto obtener un rendimiento así como generar impacto al invertir en Goparity. Una comunidad diversa que cuenta con usuarios en 120 países.
P.: ¿Por qué decidisteis realizar esta operación en España? ¿Es más atractivo nuestro país para una operación de este tipo?
R.: España es un mercado clave para nosotros. Vemos un enorme potencial en proyectos de sostenibilidad, no sólo en energías renovables, pero también en otras áreas del impacto social y ambiental y un ecosistema de startups y emprendimiento dinámico e implicado.
Goparity puede actuar como catalizador para prestar acceso a opciones alternativas de financiación para el potente sector empresarial español a la vez que empodera a los ciudadanos y empresas a que decidan dónde y cómo se utiliza su dinero.
P.: Habláis desde Goparity de democratizar la inversión con impacto… ¿Cuál es el principal atractivo de vuestra fórmula?
R.: Creo que los principales atractivos de nuestra fórmula son la combinación entre accesibilidad, transparencia y rentabilidad. Cualquier persona, con independencia del poder adquisitivo que tenga, puede invertir desde 5 euros en cualquiera de nuestros proyectos.
Además, ofrecemos facilidad burocrática y financiación, sin comisiones escondidas o letra pequeña, a proyectos sostenibles de todas las tipologías.
Somos transparentes al punto de dar a conocer las empresas, equipos y datos financieros de las empresas que financiamos a todos los inversores, un cambio gigante en relación con lo que sucede con las formas más tradicionales de inversión.
Además, ofrecemos una rentabilidad adecuada al riesgo de cada proyecto, lo que permite a los inversores unos intereses atractivos por sus préstamos y a las empresas una financiación a un coste competitivo.
P.: Desde que empezasteis en 2017 ¿qué ha cambiado para vosotros en el panorama energético?
R.: En los últimos años, a raíz del aumento de los precios por el conflicto ucraniano las energías renovables han ido adquiriendo una gran popularidad.
España es un buen ejemplo en este aspecto. Por primera vez, en 2023 ha conseguido abastecerse de energía producida por fuentes renovables, algo que hasta ahora era impensable.
También el autoconsumo, para casas y empresas ha alcanzado mayor madurez, mientras en los últimos dos o tres años destacaría el surgimiento de las comunidades de energía y del autoconsumo colectivo que, de ser bien implementados y fomentados, pueden provocar un gran cambio en el paradigma energético, favoreciendo la producción descentralizada y compartida.
Algo que ya hemos sentido en Goparity, puesto que el 43,2% del dinero recaudado a través de nuestra plataforma ha sido para proyectos de energía sostenible y llevamos ya más de 20 comunidades de energía o autoconsumos colectivos financiados en Portugal y España.
P.: ¿Qué cambios pediría a las administraciones regionales, estatal y europea para seguir promoviendo una actividad como la vuestra?
R.: El nuevo Reglamento Europeo de Proveedores de Servicios de Financiación Participativa ya nos permite operar en todos los países de Unión Europea. Esto ha sido un grande avance del punto de vista regulatorio.
Sin embargo, con vista a promover la inversión de impacto y la adopción en larga escala de iniciativas, como la nuestra, que permiten combinar la rentabilización del dinero con un impacto positivo en el planeta y la sociedad, sería adecuada la creación de incentivos fiscales para el efecto y la apuesta por la educación financiera de forma temprana en el sistema educativo.
P.: Se está percibiendo en la actualidad el inicio de ciertos movimientos contrarios a ocupar superficies rurales para la instalación de fotovoltaica. ¿Qué mensaje lanzaría para defender la expansión de este tipo de renovables?
R.: Soy solidario con estos movimientos y de hecho me he llegado a involucrar en alguno en Portugal. Es muy importante tener en cuenta que no toda la energía solar es igual, o sea, el impacto en el territorio de una planta de 1 MW o 2 MW (como esta de Comunidad Solar) o de una planta de 50 MW o 100 MW, a nivel de paisaje, afectación de la fauna o utilización de suelo, son totalmente diferentes.
Como en todo el desarrollo, es necesario un compromiso entre la utilización de recursos, las necesidades de la sociedad y la urgencia de los desafíos que enfrentamos.
Veo bastante factible llegar a soluciones consensuadas, siempre a partir del diálogo y de la involucración (por oposición a decisiones centralizadas e impuestas a las comunidades locales).
Cada vez hay más modelos de involucración de las comunidades locales donde se instalan estas plantas: desde la misma inversión, a la utilización de la energía producida o de los terrenos ocupados.
P.: ¿Qué objetivos os planteáis para España a corto y medio plazo?
R.: A medio plazo esperamos lograr los 1,5 millones de euros invertidos a través de nuestra plataforma en los tres primeros meses de actividad y llegar a los 7 millones de euros a finales de año. Asimismo, esperamos alcanzar los 3.000 usuarios en España.
P.: Os habéis fijado en el mercado de las bicicletas eléctricas. ¿Qué aporta este tipo de operaciones a Goparity? ¿Tenéis en mente otras acciones de este tipo?
R.: Este tipo de operaciones permiten llegar a inversores locales, así como ayudar a pymes como Kleta a recaudar fondos a través de una fuente de financiación alternativa a las tradicionales.
En Goparity apostamos por cualquier tipo de proyecto que esté alineado con los ODS, de hecho tenemos proyectos enmarcados en todos los ODS El sector de la movilidad es sin duda uno de los que asistirán a grandes cambios hacia la sostenibilidad, pero estamos también activos en otros como la economía circular o la economía del mar.
P.: ¿Cuáles serán los siguientes pasos para vuestra compañía a nivel global?
R.: Tras obtener luz verde por parte del regulador europeo para operar de forma unificada en cualquier país de la Unión Europea y la apertura de una subsidiaria en Canadá (en 2022), por primera vez vamos a financiar un proyecto 100% local en América del Sur, concretamente en Colombia (hasta ahora siempre lo habíamos hecho a través de empresas establecidas en Europa).
Creemos que los países en desarrollo, los cuales acumulan el 70% de las necesidades de inversión y el 84% de la población mundial, son de los que más necesitan de este tipo de accesibilidad a la financiación y permiten una combinación muy interesante entre rentabilidad e impacto.
A la larga vemos la expansión a Latinoamérica, seguida de otros continentes como África (donde hemos financiado proyectos en Kenia y Uganda a través de empresas europeas) y quizás un día llegar hasta el sudoeste asiático.