Doñana visto desde el espacio: así ha cambiado en un año tras las intensas lluvias
Las imágenes, tomadas con un año de diferencia, muestran un parque nacional muy distinto, con agua y vegetación
Las intensas lluvias de las semanas pasadas han cambiado radicalmente el paisaje de Doñana, un entorno protegido que ha pasado de la desesperación, provocada por una larga sequía, a una abundancia de agua que ha sido inmortalizada desde el espacio por Copernicus, el Programa de Observación de la Tierra de la Unión Europea.
El programa europeo ha publicado dos fotos con un año de diferencia en el que se muestra la sensible transformación que se ha observado a 786 kilómetros de altura, desde el espacio.
El cambio, capturado por el satélite Sentinel 2, es palpable, viendo la imagen que Copernicus ha publicado en la que se muestra el estado que tenía el Parque Nacional de Doñana el 11 de abril de 2023 y el que tenía un año más tarde, el 10 de abril de 2024.
Imagen del día
Ha sido la imagen del día en los perfiles sociales de Copernicus en los que se ha reseñado el acontecimiento de cómo ha reverdecido este paraje natural. Desde sus cuentas se puede leer: «Doñana se ha visto afectada en los últimos años por la sequía. Por suerte, gracias a las lluvias recientes, la situación ha mejorado considerablemente y la vegetación ha comenzado a florecer de nuevo».
The Doñana National Park 🇪🇸 has been severely affected by drought in recent years
Fortunately, thanks to the recent rainfall, the situation has improved considerably, and the vegetation has started to flourish again#Sentinel2 🇪🇺🛰️images of
↙️🟤2023 & ↘️🟢2024 pic.twitter.com/omcLbNoFvt— Copernicus EU (@CopernicusEU) April 15, 2024
Las lluvias que cayeron durante la Semana Santa triplicaron el volumen de precipitaciones habitual para esa semana en casi todo el país, según datos facilitados por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).
De hecho, las precipitaciones superaron los 100 litros por metro cuadrado (l/m2) en amplias zonas del sur de la Península, entre otras regiones. La imagen más triste que nos ha dejado Doñana entre una foto y otra fue la completa desecación de la laguna permanente de Santa Olalla en agosto de 2023.
Sin laguna permanente
En esas fechas, los responsables de la Estación Biológica difundieron un comunicado alertando de la desecación completa, por segundo año consecutivo, de la laguna, señalando como responsables de este desastre a la sequía y a la sobrexplotación.
En él, los científicos constataban la evaporación completa del agua que «atestigua la grave situación en la que se encuentra el sistema lagunar y, con ello, toda la biodiversidad que depende de él» según notificaron entonces la Infraestructura Científica y Técnica Singular – Reserva Biológica de Doñana, dependiente de la Estación Biológica de Doñana – CSIC.
Tras las pasadas lluvias, la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC) realizó una valoración «muy positiva» de estas precipitaciones, aunque advertían de que es «pronto» para valorar sus efectos en los acuíferos y lagunas del Parque Nacional, ya que «hay que esperar a que llegue toda el agua a la marisma».
Altas precipitaciones
Según los datos facilitados por la EBD, recogidos por la estación meteorológica en Doñana, en marzo se recogieron en el Parque Nacional 142,5 litros de agua por metro cuadrado. La mayor parte se concentró durante la última semana del mes, pues en estos días se recogieron alrededor de 100 litros.
Pero no es un momento para relajarse, ya que todos los implicados hacen un llamamiento al ahorro de agua, a pesar de los beneficios de las lluvias de esta Semana Santa, que muchos tildan de insuficiente, y señalan que aún debería llover mucho más en los próximos meses para resolver el problema de la sequía, que ya es estructural en Andalucía y en muchos lugares de España.
En general, el portavoz de AEMET, Rubén del Campo, ha señalado que ha habido un alivio temporal de la sequía en el oeste de la Península gracias a esas lluvias, pero que todavía no se ha salido de la sequía de larga duración en muchas cuencas y que además se ha registrado un empeoramiento de la situación en el área mediterránea porque ha llovido muy poco en los últimos meses.