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Hay cientos de conductores afectados: la nueva señal de tráfico que va a arruinar el verano a media España

La nueva señal de tráfico

Con la llegada del verano, muchos conductores se preparan para disfrutar de las vacaciones. Sin embargo, una nueva señal de tráfico está generando una gran confusión e incertidumbre de cara a la temporada alta. Aunque el objetivo de la señal es promover una movilidad más sostenible, miles de conductores con coches antiguos (y en muchos casos, sin capacidad económica inmediata para cambiar de vehículo) podrían verse obligados a cambiar sus planes.

Más allá del debate en la sociedad, lo cierto es que esta medida busca acelerar la transición hacia una movilidad más respetuosa con el medio ambiente. Fomentar el uso de vehículos eléctricos, híbridos o menos contaminantes es una prioridad urgente en el contexto del cambio climático. Sin embargo, este cambio no siempre es realista para todos, La DGT ha iniciado campañas informativas para explicar la nueva señal y sus implicaciones, pero muchos expertos opinan que la información ha llegado tarde y de manera fragmentada

¿Qué significa ésta nueva señal de tráfico?

A simple vista, la nueva señal puede parecer inofensiva: un círculo verde con el acrónimo «ZBE». Pero detrás de este diseño hay un mensaje muy claro. «ZBE» hace referencia a las Zonas de Bajas Emisiones, espacios delimitados dentro de muchas ciudades donde se restringe el acceso de vehículos en función de su nivel de contaminación. La intención es reducir la cantidad de partículas nocivas en el aire y proteger tanto el medio ambiente como la salud de los ciudadanos.

La nueva señal de tráfico, por tanto, sirve para advertir a los conductores de que están entrando en un área regulada donde sólo pueden circular coches que cumplan ciertos requisitos medioambientales. Para muchos vehículos diésel antiguos o gasolina sin distintivo ambiental, esto significa que no pueden acceder. Y si se ignora, las consecuencias pueden ser desde una simple sanción económica hasta la inmovilización del vehículo.

Ahora bien, no todas las zonas ZBE son iguales, sino que cada municipio puede establecer sus propios criterios, horarios de aplicación y excepciones. Esto hace que entender la normativa sea más complejo de lo que debería, y aumenta el riesgo de sanciones involuntarias. En ciudades como Madrid o Barcelona, por ejemplo, las restricciones ya están activas todos los días del año, mientras que en otras localidades aún se están implementando progresivamente.

Uno de los aspectos más polémicos es que las nuevas zonas se acompañan de sistemas automáticos de vigilancia, como cámaras lectoras de matrículas que registran quién entra y sale. Si un coche sin el distintivo adecuado accede a la ZBE, la multa es automática, sin necesidad de parar al conductor. Las sanciones, que rondan los 200 euros, pueden convertirse en una pesadilla para aquellos que no están al tanto de la nueva normativa o simplemente se equivocan de calle.

Etiquetas de la DGT

Durante los últimos tiempos, el concepto de movilidad urbana en España ha cambiado de forma radical. Con la llegada de las ZBE, desplazarse por muchas ciudades ya no depende únicamente del lugar o la hora, sino también del vehículo que se conduce. Desde enero de 2023, los municipios con más de 50.000 habitantes (y aquellos con más de 20.000 si presentan altos niveles de contaminación) están legalmente obligados a tener al menos una ZBE.

Esto ha provocado un incremento notable en la demanda de etiquetas medioambientales, que clasifican los coches según su nivel de emisiones. Para responder a esta necesidad, la DGT ha mejorado notablemente la red de distribución. Antes, obtener el distintivo requería acudir a Correos, a un taller autorizado o tramitarlo online. Hoy, gracias a una alianza con Logista, también es posible conseguirlo al momento en numerosos estancos de toda España.

El organismo dirigido por Pere Navarro ha establecido un sistema de etiquetas ambientales para clasificar los vehículos según su nivel de emisiones contaminantes. Esta clasificación es clave para determinar quién puede o no circular por las ZBE, especialmente en momentos de alta polución.

En primer lugar, se encuentra la etiqueta CERO, de color azul. Esta distingue a los vehículos más limpios: eléctricos puros, híbridos enchufables con más de 40 kilómetros de autonomía y coches de pila de combustible. Gracias a sus bajas emisiones, tienen acceso sin restricciones a todas las ZBE, además de ventajas fiscales y beneficios en el aparcamiento.

A continuación está la etiqueta ECO, que combina verde y azul. Incluye híbridos no enchufables, híbridos enchufables con menos de 40 km de autonomía y vehículos que funcionan con gas natural o GLP. Aunque no están tan exentos como los CERO, cuentan con condiciones más favorables para circular y aparcar.

En una posición intermedia se sitúan las etiquetas C (verde) y B (amarilla). La primera se asigna a coches de gasolina matriculados desde 2006 y diésel desde 2014; la segunda, a modelos más antiguos. Por último, los vehículos sin etiqueta (los más contaminantes) ya no pueden acceder a muchas zonas urbanas y pronto podrían quedar totalmente fuera del tráfico.

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