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Los 10 coches de rallys más míticos de Toyota

Toyota Celica ST 185 4WD
Toyota ha tenido una larga historia en los rallys que a día de hoy sigue escribiendo.

Toyota es una de esas marcas sin las cuales el mundo de los rallys no se entendería igual. Desde su debut en 1972, han sido 131 participaciones en el mundial de la especialidad, teniendo en cuenta el parón de 18 años que tuvieron antes del presente 2017 -no fue el único-. Sin embargo, todos estos años nos han dejado una serie de coches míticos que, con la disputa este fin de semana del Rally de Catalunya -única prueba española del mundial-, sienta bien repasar. Te dejamos con los 10 de los que la propia marca se siente más orgullosa.

Toyopet Crown

El Australia Mobilgas Rally de 1957 fue la primera participación en competición de Toyota fuera de Japón, gracias a una iniciativa del embajador de Japón en Australia. Con un Toyopet Crown con algunas modificaciones, Toyota disputó una durísima prueba que recorría todo el país en sentido de las agujas del reloj, con salida y llegada en Melbourne. Tras recorrer 16.951 km, solo 856 de los cuales estaban asfaltados, Kunio Kaminomura, Kojiro Kondo y el navegador Lindsay Hedley llegaron a meta. Los únicos problemas sufridos fueron una válvula de admisión que dijo basta y un canguro que se cruzó en su camino. El Toyopet Crown, que pesaba 1.700 kilos y montaba un motor de 1.5 litros, con 48 CV de potencia, ganó en 1958 el Japan Rally.

Toyota Corolla Levin TE27

Encuadrado en el Grupo 2, este modelo debutó en el Rally RAC de 1973 con Ove Andersson/Geraint Phillips quienes, pese a una competencia muy numerosa y experimentada, consiguieron ganar varios tramos. En 1974 llegó la versión de 16 válvulas sobre el bloque 151E que aumentaba su potencia a 180 CV y ya era capaz de competir de tú a tú con rivales de mayor potencia, gracias a su reducido peso (850 kilos) y a las manos de Ove Andersson, Björn Waldergård y Hannu Mikkola. Este último consiguió la victoria en el Rally 1000 Lagos de 1975.

Toyota Celica GT2000 RA23

Era difícil competir con un Corolla de motor 1.6 litros contra los rivales que montaban motores de dos litros. Por este motivo, Toyota decidió participar en el mundial con el Celica, que equipaba un motor delantero de 2.0 litros, 16 válvulas y doble carburador. El primer Celica GT2000 participó en la categoría Grupo 2 y, con pocas modificaciones, en Grupo 4. Frente a rivales mucho más alejados de los modelos de serie, Ove Andersson y Hannu Mikkola consiguieron podios en los rallys de Portugal, 1000 Lagos y RAC, en 1976 y 1977.

Toyota Celica TCT

El Grupo B de Toyota –también denominado Celica TA65- compitió en el Mundial entre 1983 y 1986. Al contrario que sus rivales, que construyeron auténticos prototipos con tracción total y motor central; Toyota hizo un coche mucho más cercano al Celica de serie, con motor delantero y tracción trasera. El Celica TCT se forjó una leyenda, ganando 6 rallys y consiguiendo 13 podios en las 16 pruebas en las que compitió. Su punto fuerte era su robustez y fiabilidad, que le hacían imbatible en los rallys más duros del mundial. Con Bjorn Waldegard al volante, ganó en el Rallye Costa de Marfil de 1983 y 1986 y el Rallye Safari de 1984 y 1986; prueba esta última que venció su compañero Juha Kankkunen en 1985.

Toyota MR2 222D

El proyecto de Toyota para la frustrada categoría de Grupo S ilustra perfectamente el planteamiento de Toyota en competición. En lugar de proyectar un prototipo sin ninguna relación con los modelos de serie, algo que permitía el reglamento, Toyota prefirió basarse en su modelo de producción con motor central, el MR2. Al final, la FIA desechó la categoría Grupo S y este espectacular modelo, del que se construyeron varios prototipos, nunca llegó a competir.

Toyota Supra MA70

Fue un proyecto para correr en el Grupo A en los rally africanos, el Safari y el Costa de Marfil. Hubo dos versiones, una con motor atmosférico de seis cilindros y 3.0 litros de cilindrada y otra con una variante turboalimentada de ese propulsor, capaz de rendir más de 400 CV. Entre sus mejores resultados está un tercer puesto en el Rally Safari de 1987, con Lars-Erik Torph y Benny Melander a los mandos.

Toyota Celica ST 165 GT4

La decisión de desarrollar un Celica para el Mundial de Grupo A fue todo un acierto. En 1989, su primera temporada completa, Juha Kankkunen consiguió la victoria en el Rally de Australia. Al año siguiente, Carlos Sainz se proclamó del mundo, venciendo en Grecia, Nueva Zelanda, Finlandia y Gran Bretaña. En 1991, el piloto español logró cinco victorias más, finalizando subcampeón del mundo. Incluso en 1992, cuatro años después de su debut, los locales Jonsson/Bäckman ganaron el Rally de Suecia con una unidad de este modelo.

Toyota Celica ST 185 4WD

Uno de los coches de mayor éxito en la historia del Campeonato del Mundo de Rallys. Corrió durante tres temporadas (1992-1994) y ganó 16 rally y cinco de los seis campeonatos posibles: tres de pilotos — Carlos Sainz, Juha Kankkunen y Didier Auriol— y dos de constructores. Extraordinariamente versátil y resistente, fue capaz de ganar sobre todos los terrenos y condiciones, en rallys tan distintos como Kenia, Cataluña, Montecarlo, Finlandia o San Remo, entre otros muchos.

Toyota Corolla WRC

Toyota regresó al Campeonato del Mundo de Rallys con la nueva reglamentación WRC a finales de la temporada 1997, en la que la pareja Auriol/Giraudet consiguió un prometedor tercer puesto en Australia. En la  siguiente temporada Carlos Sainz y Luis Moya lucharon por el título hasta el último rally de la temporada. Finalmente, en 1999, el Corolla WRC le dio a Toyota su tercer título en Campeonato del Mundo de Constructores.

Toyota Yaris WRC

Toyota ha regresado en 2017 a la máxima categoría del Campeonato del Mundo de Rallys FIA con el espectacular Yaris WRC, que en su temporada de debut ya ha conseguido dos victorias absolutas: en el Rally de Suecia, con Jari-Matti Latvala al volante, y en Finlandia, con Esapekka Lappi. Equipado con un motor de gasolina de inyección directa y 1.6 litros, puede presumir de más de 380 CV bajo el capó y de un diseño impresionante, gracias a la libertad que da la normativa en lo que a aerodinámica se refiere. Dispone de tracción total con dos diferenciales mecánicos y diferencial central activo con opciones de distribución del par. El peso del conjunto es de 1.190 kilos.

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