Contenido
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- 1 Roncar qué es la apnea del sueño y cómo se manifiesta
El ronquido ha sido durante años motivo de bromas, molestias de pareja o simples anécdotas de sobremesa. Sin embargo, lejos de ser solo un sonido molesto, puede estar alertando sobre un trastorno potencialmente grave: la apnea del sueño. Esta afección, que provoca interrupciones repetidas de la respiración durante la noche, afecta a millones de personas en el mundo y, si no se trata adecuadamente, puede derivar en consecuencias médicas serias como hipertensión, infartos o incluso ictus. El cuerpo necesita oxígeno de forma constante, y al roncar y el sueño interrumpe este flujo, todo el sistema se descompensa.
Expertos como la doctora Ana Pérez Ballesta y el equipo de @doctoresfelices lo explican de manera clara: la apnea se produce por un colapso en las vías aéreas mientras dormimos. La lengua cae hacia atrás, los músculos de la garganta se relajan, y el aire deja de pasar libremente hacia los pulmones. El resultado: microdespertares nocturnos, ronquidos intensos, somnolencia diurna y, con el tiempo, un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares y metabólicas. Por suerte, hay formas de reducir estos riesgos, y lo más importante es identificar el problema a tiempo. Las señales de alerta incluyen roncar de manera fuerte, sensación de ahogo al dormir, somnolencia excesiva durante el día, dolores de cabeza matutinos, y dificultad para concentrarse. Muchas veces, quien duerme al lado es quien nota primero el problema, lo que subraya la importancia de prestar atención a las quejas o comentarios de la pareja.
Roncar qué es la apnea del sueño y cómo se manifiesta
La apnea del sueño es un trastorno respiratorio caracterizado por interrupciones temporales en la respiración mientras dormimos. Estas pausas pueden durar desde unos pocos segundos hasta más de un minuto y pueden ocurrir decenas o incluso cientos de veces durante la noche.
Existen tres tipos de apnea: obstructiva, central y mixta. La más común es la obstructiva, relacionada con un colapso mecánico de las vías respiratorias superiores.
Roncar en sí no es la enfermedad, sino una señal de que algo no funciona bien durante el sueño. Aunque hay personas que roncan sin tener apnea, el ronquido frecuente y fuerte es uno de los indicadores principales de este trastorno. Según la European Sleep Research Society (ESRS), al menos el 20% de los adultos en Europa ronca de forma habitual, y de ellos, un porcentaje significativo presenta apnea del sueño sin diagnosticar.
Ignorar este síntoma puede ser peligroso, ya que a largo plazo la falta de oxigenación adecuada durante el descanso nocturno afecta al corazón, al sistema inmunitario, y al cerebro. Además, muchas personas no asocian sus problemas de concentración, irritabilidad o fatiga crónica con un sueño de mala calidad.
Factores de riesgo que agravan la apnea
Entre los principales factores que aumentan el riesgo de apnea del sueño destacan el sobrepeso, el tabaquismo, el consumo de alcohol, y ciertos medicamentos que relajan excesivamente la musculatura.
Según el vídeo de @anamidoctora, cada uno de estos elementos reduce el espacio disponible para el paso del aire o relaja tanto la garganta que la lengua se convierte en un obstáculo respiratorio.
La grasa acumulada en la zona del cuello, por ejemplo, ejerce presión sobre las vías respiratorias, estrechándolas. El tabaco, por su parte, produce inflamación crónica en las vías superiores. El alcohol y algunos ansiolíticos relajan en exceso la musculatura, haciendo que la lengua caiga hacia atrás con más facilidad.
Cambios en el estilo de vida para prevenir la apnea
Afortunadamente, muchos de los factores que predisponen a la apnea del sueño o roncar de manera fuerte son modificables. Mantener un peso saludable, evitar el alcohol antes de dormir, dejar de fumar, y dormir de lado en lugar de boca arriba son medidas sencillas que pueden reducir significativamente los ronquidos y mejorar la calidad del sueño.
Además, en los casos más graves, los médicos pueden recomendar el uso de dispositivos CPAP (presión positiva continua en las vías respiratorias), que mantienen abierta la vía aérea mediante una suave presión de aire. Este tratamiento es altamente eficaz y puede mejorar significativamente la salud cardiovascular y la calidad de vida de quienes padecen apnea.
Dormir bien para vivir mejor
El sueño de calidad no es un lujo, sino una necesidad biológica esencial. Dormir mal de forma crónica tiene efectos acumulativos en el organismo y puede alterar el equilibrio hormonal, la función inmunitaria y la salud mental. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reconocido el sueño como un pilar clave de la salud junto a la alimentación y el ejercicio.
Prestar atención a las señales de alarma que ocurren durante la noche, como roncar con frecuencia o sentirse cansado durante el día, es un acto de cuidado propio. Consultar con un profesional de la salud puede ser el primer paso para mejorar el descanso y evitar riesgos mayores.