Contenido
- 0.1 El serio aviso del cardiólogo Aurelio Rojas si tomas ibuprofeno: «La sangre no llega…»
- 0.2 El efecto que tiene en tu cuerpo caminar todos los días entre 30 minutos y una hora
- 0.3 Ni correr ni andar: el ejercicio que este entrenador personal recomienda para mayores de 50 todos los días
- 1 El mejor ejercicio para los mayores de 65 años
- 2 Beneficios del deporte en personas mayores
- 3 Otras actividades recomendadas para los mayores de 65 años
Llegar a la tercera edad abre la puerta a una nueva etapa llena de nuevas oportunidades para disfrutar la vida. Sin embargo, mantener la independencia y el bienestar en estos años requiere cuidar el cuerpo de forma activa.
Cada vez más personas mayores descubren que la actividad física no es sólo una recomendación médica, sino la clave para preservar la autonomía, reducir el riesgo de caídas y mejorar la salud general. Pero, ¿cuál es el ejercicio más completo para los mayores de 65 años? Éste es el deporte que recomiendan realizar los expertos de Senior Lifestyle.
El mejor ejercicio para los mayores de 65 años
Entre las diversas opciones de actividad física, los expertos coinciden en que el entrenamiento de fuerza con pesas se destaca como uno de los más beneficiosos para personas mayores.
Este tipo de ejercicio, que puede realizarse con mancuernas ligeras o pesas para tobillos y muñecas, ayuda a preservar la masa muscular, la cual tiende a disminuir con la edad. Conservar la fuerza muscular facilita tareas cotidianas como levantar objetos o subir escaleras y fortalece los huesos, previniendo la osteoporosis y reduciendo el riesgo de fracturas.
Incluir ejercicios como flexiones de bíceps con pesas ligeras o elevaciones de piernas con peso en los tobillos mejora la estabilidad y el equilibrio, aspectos esenciales para prevenir caídas. Además, herramientas como las bandas de resistencia o la pelota de ejercicios pueden complementar perfectamente una rutina de fuerza.
Beneficios del deporte en personas mayores
El entrenamiento de fuerza fortalece los músculos y aporta beneficios integrales que mejoran la calidad de vida en la tercera edad. Practicar ejercicio de manera regular incrementa la autonomía al facilitar actividades diarias como cocinar, asearse o vestirse. Además, mejora el equilibrio, reduciendo significativamente el riesgo de caídas, una de las principales causas de lesiones graves en personas mayores.
Otro beneficio notable es el aumento de energía. Aunque parezca contradictorio, mantenerse activo combate la fatiga y eleva el ánimo gracias a la liberación de endorfinas, que también ayudan a reducir el estrés y a mejorar el sueño.
Asimismo, el ejercicio regular contribuye a la prevención y el control de enfermedades crónicas como la diabetes, la hipertensión y la osteoporosis. Incluso a nivel cognitivo, se ha demostrado que la actividad física puede retrasar el deterioro mental y disminuir el riesgo de desarrollar demencia o Alzheimer.
Otras actividades recomendadas para los mayores de 65 años
Aunque el entrenamiento de fuerza es fundamental, combinarlo con otras actividades puede enriquecer la rutina y potenciar sus beneficios. El yoga en silla, por ejemplo, mejora la flexibilidad y el equilibrio mediante estiramientos suaves, y sus componentes meditativos reducen la ansiedad y promueven la relajación.
El taichí conocido como «meditación en movimiento», ayuda a mejorar la coordinación y el equilibrio a través de movimientos fluidos y controlados, reduciendo el riesgo de caídas y mejorando la concentración. El ciclismo, al ser un ejercicio cardiovascular de bajo impacto, fortalece el corazón y mejora la resistencia física, mientras protege las articulaciones.
El pilates, por su parte, se centra en el control de los movimientos y la respiración, lo que refuerza los músculos profundos, mejora la flexibilidad y ayuda a mantener una postura adecuada. Las actividades acuáticas, como la natación o el aeróbic acuático, son especialmente recomendables para personas con artritis o dolor articular, ya que el agua reduce el impacto en las articulaciones y proporciona resistencia natural.
Por último, caminar es una opción sencilla y accesible que mejora la salud cardiovascular, fortalece los huesos y contribuye al bienestar emocional. Incluir una caminata diaria en la rutina puede marcar una gran diferencia en la calidad de vida.