Contenido
- 0.1 Ni correr ni gimnasio: el mejor ejercicio de fuerza para mujeres de más de 45 años que quieran ganar músculo
- 0.2 Ni correr ni tenis: el deporte que aún pueden practicar los mayores de 65 años para mejorar su capacidad aeróbica
- 0.3 Ni andar ni nadar: el mejor ejercicio de resistencia para las mujeres de más de 50 años, según Harvard
- 1 Este es el ejercicio que deberían hacer los mayores de 65 años en la playa
- 2 Qué tener en cuenta antes de entrenar en la arena a los 65
Las vacaciones en la playa son sinónimo de relajación y diversión. Con la arena en los pies, el sonido de las olas y un chapuzón al alcance que refresca, la desconexión está asegurada. No obstante, eso no quiere decir que haya que abandonar el cuerpo, pues quedarse tumbado en la toalla todo el día no ayuda a mantenerse fuerte.
La solución no está en dar un paseo breve por la orilla de la playa después de comer. A los 65, el cuerpo agradece otro tipo de trabajo: uno que gane fuerza real y que busque alargar la independencia física. Este ejercicio es muy efectivo, pero, curiosamente, muy pocas veces se habla de él.
Este es el ejercicio que deberían hacer los mayores de 65 años en la playa
El ejercicio que deberían hacer todos los mayores de 65 en la playa es la calistenia. Aprovechar la arena como superficie inestable multiplica el esfuerzo y obliga a activar músculos que en suelo firme pasan desapercibidos.
Sentadillas, zancadas o planchas se vuelven más exigentes y eficaces. Además, la playa regala recursos naturales que se pueden integrar en la rutina: bancos para fondos, rocas para equilibrio o incluso barras si hay un parque cercano.
Ejercicios clave en la arena:
- Sentadillas: la arena aumenta la dificultad y trabaja más estabilizadores.
- Zancadas laterales: ideales para piernas y glúteos.
- Saltos y pliometría: mejoran la potencia muscular.
- Planchas y flexiones: fortalecen el core y el tren superior con un plus de inestabilidad.
Ejercicios en el agua:
- Caminar con el agua a la altura de la cintura: resistencia natural para las piernas.
- Nadar: completo, cardiovascular y de bajo impacto.
Con elementos naturales:
- Bancos: para fondos, flexiones elevadas o step-ups.
- Rocas y maderas: para trabajar el equilibrio.
- Barras: si hay, perfectas para dominadas o ejercicios de tracción.
Entrenar en la playa no sólo aporta variedad y motivación, también intensifica el trabajo sin forzar las articulaciones. La arena amortigua, el sol carga las reservas de vitamina D y el aire marino hace que cada serie se sienta menos como un sacrificio y más como parte de un día de playa.
Qué tener en cuenta antes de entrenar en la arena a los 65
Antes de lanzarse a entrenar, conviene preparar el cuerpo y la sesión. Un calentamiento suave con movilidad articular y activación muscular evita sustos. La hidratación es clave: el calor y la humedad juegan en contra, así que siempre con agua a mano. La protección solar no es negociable, y la ropa debe ser ligera pero que cubra lo necesario para evitar quemaduras.
Por último, hay que escuchar al cuerpo. Si una rodilla molesta, se ajusta el movimiento. Si el calor aprieta demasiado, se baja la intensidad. La calistenia en la playa es versátil precisamente porque se adapta al ritmo y capacidades de cada uno.
Al final, el verano no es sinónimo de perder forma física. Al contrario, con la arena como aliada, se puede ganar fuerza, estabilidad y energía sin renunciar al placer de pasar el día junto al mar.