Contenido
- 0.1 Olvídate de dar paseos: a partir de los 40 años este es el ejercicio que hay que hacer sí o sí
- 0.2 Está bien que los mayores de 60 años hagan pesas, pero sólo si se centran en este ejercicio según los expertos
- 0.3 Si puedes hacer estos ejercicios con 50 años estás más en forma que todos tus colegas: lo afirma un atleta olímpico
- 1 Este es el ejercicio que fortalece el tren inferior a los 60 años y se puede hacer en el parque
- 2 Consideraciones antes de hacer este ejercicio en el parque
- 3 Por qué hay que hacer ejercicio a los 60 años
A medida que pasan los años, el cuerpo da cada vez más señales de que necesita atención. Cuidarse no es opcional: es la única forma de evitar la rigidez, los tropiezos y la pérdida de autonomía.
Entre todo lo que más se resiente está el tren inferior: piernas y caderas, claves para caminar, sostenerse, levantarse del asiento o evitar caídas. La buena noticia es que hay un ejercicio sencillo, que se puede hacer en cualquier parque, y que ayuda a reforzar esta zona clave sin necesidad de equipo.
Este es el ejercicio que fortalece el tren inferior a los 60 años y se puede hacer en el parque
Se llama sentadilla «pistol» asistida, y no es tan fuerte como suena. Sólo necesitas un punto de apoyo firme: una barra, un poste, una reja. Te colocas frente a él, lo agarras con una mano y bajas en sentadilla con una sola pierna, mientras la otra se extiende hacia delante.
No hace falta llegar al suelo, pero sí que los glúteos bajen lo suficiente como para activar bien los músculos. Te ayudas con el brazo para subir de nuevo, sin impulso ni prisa.
Según los especialistas deportivos, esta versión asistida permite trabajar fuerza y control sin el riesgo de desequilibrarse. Fortalece cuádriceps, glúteos y core, mejora la coordinación, el rango de movimiento en las articulaciones y, sobre todo, entrena el cuerpo para moverse con agilidad en la vida real. No es sólo un ejercicio de piernas, es casi una medida preventiva.
Entre sus beneficios destaca el desarrollo de fuerza unilateral, es decir, cada pierna trabaja por separado, lo que ayuda a corregir desequilibrios musculares. También se gana estabilidad, porque al estar apoyado sólo en una pierna, el cuerpo aprende a compensar, a reaccionar. Además, mejora la flexibilidad de caderas y tobillos, zonas que suelen perder movilidad con los años.
Consideraciones antes de hacer este ejercicio en el parque
A los 60, conviene priorizar la técnica y progresar con calma. Si hay molestias articulares previas, mejor consultar con un fisioterapeuta antes de empezar. Una revisión rápida puede evitar disgustos mayores.
El primer paso es adaptar el ejercicio a lo que el cuerpo permite. Puede que al principio no bajes mucho, o necesites una silla en lugar de una barra. No pasa nada. Lo importante es hacerlo con control, espalda recta y sin forzar las rodillas. El objetivo es ganar fuerza sin comprometer las articulaciones. También es útil calentar con estiramientos suaves de tobillos y caderas, para preparar bien la zona.
Si algo duele, se para. Y si todo va bien, notarás mejoras incluso al subir una simple cuesta.
Por qué hay que hacer ejercicio a los 60 años
Llegar a los 60 con buena forma física no es un capricho, es una ventaja real. El cuerpo pierde masa muscular (sarcopenia) y fuerza (dinapenia) si no se le da trabajo. Eso se traduce en más caídas, menos autonomía y una calidad de vida que va mermando poco a poco.
Hacer ejercicio (y especialmente de fuerza) ayuda a mantener los huesos fuertes, mejora el equilibrio, mantiene el metabolismo activo y reduce el riesgo de enfermedades como la diabetes o los problemas cardiovasculares. Pero también tiene un efecto sobre el estado de ánimo, la claridad mental, el sueño.
No es solo moverse por fuera; es cuidarse también por dentro. En este sentido, un ejercicio tan sencillo y funcional como la sentadilla «pistol» asistida puede convertirse en una herramienta poderosa para quienes quieren seguir moviéndose con soltura.