Quiste de plumas en tu pájaro doméstico, qué hacer

El quiste de plumas es un problema frecuente en las aves que viven en jaulas. Factores genéticos y de manipulación  son las causas más comunes de este problema.  Producen grandes molestias al ave, que para aliviarse intenta picarlos o los golpea. A causa de esto se producen úlceras y sangran.

¿Por qué se forma el quiste de plumas en los pájaros domésticos?

Los quistes de plumas son masas duras que pueden tener gran tamaño.  Aparecen porque las plumas no traspasan la epidermis y crecen para adentro.  Se forman varias papilas en cada folículo, y el resultado es una maraña de plumas que no puede pasar la piel. Generalmente, también se acumula material blanco amarillento, que es la queratina de la pluma en desarrollo.

La epidermis se inflama y aparece  el bulto que, si es grande, se percibe a simple vista. En el interior del quiste hay restos de plumas. Son más frecuentes en los lugares donde se insertan las plumas de vuelo primarias y secundarias.

El origen en infecciones

La causa de los quistes de plumas puede ser  una infección cutánea que provoque daños epiteliales graves que alcancen el folículo de la pluma. También pueden generarse por el traumatismo al arrancar las plumas de vuelo.  Todo lo que interfiera en el crecimiento de la pluma puede generar un quiste.

Hay opiniones que consideran que existe un componente genético que predispone al ave a generar estos quistes de plumas.  El estrés es un factor que contribuye a la aparición de estas lesiones.

En los criaderos, el quiste de plumas suele aparecer cuando se cruzan ejemplares para obtener individuos con rasgos determinados.  No deben utilizarse para cría las aves que padecen esta enfermedad, porque el problema será transmitido hereditariamente a los descendientes.

¿Qué  pájaros domésticos generan quistes de plumas?

Se trata de un mal propio de las pequeñas aves. Estos quistes aparecen frecuentemente en los canarios, que son aves especialmente sensibles a este problema.  Los canarios de pluma larga presentan una mayor predisposición genética a padecer este tipo de quistes. El canario nevado de pluma larga es un caso. La manipulación de las aves, los cruzamientos para la mejora de ejemplares, es un factor que favorece esta afección en las pequeñas aves.

Aunque los quistes de plumas no son típicos de los pájaros grandes, aparecen también en loros y guacamayos.  En estas aves generalmente ocurren en las plumas primarias de las alas y desaparecen sin causar mayores problemas al animal.

¿Cómo identificar los quistes de plumas en aves domésticas?

La alerta es, generalmente, el desorden de las plumas del pájaro. A simple vista se perciben plumas que no siguen la línea del plumaje natural, que se superponen y se levantan. El ave se muestra molesta algunas veces y en otras apática.

Los quistes pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo del animal. Sin embargo, la zona torácica dorsal es el sitio en el que más frecuentemente se forman.  La espalda y la nuca son áreas especialmente sensibles a los quistes.  Levantando suavemente las plumas, se puede ver la piel debajo del plumaje. Y así se descubrirán las protuberancias de los quistes, si los hay.

Tratamiento del quiste de plumas

En la mayoría de los casos, el quiste no afecta la salud del pájaro.  El problema es que como le molesta se lastima, y esa puede ser una vía de infección. En algunos casos también ocasiona algunas dificultades reproductivas. Y, por supuesto, es un defecto desde el punto de vista estético. Por estas razones y fundamentalmente por el bienestar del animal, cuando se detecta un quiste de plumas es conveniente tratarlo.

El camino más seguro para solucionar el problema del quiste de plumas es la extirpación quirúrgica. Es conveniente que esta intervención la realice un veterinario. Sin embargo, hay personas que prefieren hacerla ellos mismos, ya que no es una acción complicada.

Sugerencias para extirpar un quiste de plumas

Es habitual que el quiste de plumas crezca, se seque y se desprenda por sí solo. Sin embargo, si molesta demasiado al ave, se puede extirpar.  En este caso, el consejo es esperar a que haya crecido y haya comenzado a secarse.

El profesional observará  la zona cercana al quiste. Cuanto más seco esté, menos riesgo habrá de problemas con la herida. Si es el momento oportuno para la extracción, quitará  las plumas alrededor del quiste y cortará con un bisturí afilado los límites de la protuberancia. Después de quitarlo, limpiará la herida con un desinfectante.

La extracción de un quiste no implica que no vuelvan a aparecer. Es una patología que no se cura.  Es importante observar periódicamente al pájaro doméstico para asegurarse que no está desarrollando un quiste de plumas.  Especialmente si está inquieto, nervioso, o, por el contrario, demasiado apagado,  conviene mirar atentamente debajo de las plumas.

Un quiste de plumas no es contagioso ni  mortal. Si detectas que tu pájaro de compañía está desarrollando uno, la sugerencia es que consultes al veterinario. Él te asesorará en el camino a seguir.