¿Cómo dar vitaminas a tu perro?

Siempre es útil saber cómo dar vitaminas a tu perro, una inquietud que eventualmente preocupa a todos quienes tienen un can como mascota. El nivel de dificultad de esta tarea varía según las características de cada ejemplar. Así como de las costumbres y el tipo de dieta. Aunque para todos los casos, lo mejor es aplicar algunos trucos sencillos para disminuir la resistencia y evitar los malos ratos.

Antes que nada, se deben tomar algunas consideraciones básicas. La primera de ellas es consultar con el médico veterinario de cabecera. Cuando los dueños practican la automedicación con sus animales de compañía, los exponen innecesariamente a una serie de peligros.

Los canes y las vitaminas

La principal función de las vitaminas en los perros es facilitar la absorción de los distintos nutrientes. Lo que implica que cualquier déficit se traduce de manera directa en niveles bajos de los elementos necesarios para el completo bienestar de estos cuadrúpedos.

Para los canes son indispensables la vitamina A para una mejor visión, mientras que la D permite la absorción del calcio por parte del sistema óseo. Necesitan de la vitamina E para la fabricación de glóbulos rojos y de la K para la coagulación de la sangre. El grupo vitamínico B también permite el robustecimiento de los huesos, dientes, músculos y tejidos. Parte de las funciones que también cumple la vitamina C. Un elemento que a diferencia de lo que ocurre con los humanos, es producido natural por el organismo de estos animales.

Cómo dar vitaminas a tu perro, en caso de ser necesario

Con mascotas sanas, lo normal es que los dueños no se vean en la necesidad de recurrir a complementos alimenticios de ningún tipo. Todas las vitaminas, minerales y proteínas deben venir incluidos dentro de la dieta diaria. Sin importar si esta se constituye exclusivamente de piensos, recetas caseras o una combinación de ambas.

La mejor forma de dar vitaminas a tu perro es mezclándolas entre su comida. Preferiblemente un plato que resulte irresistible para el animal. Si se trata de pastillas, triturarlas y esconderlas, y la misma medida a aplicar con el contenido de las cápsulas. Más complicaciones suelen presentarse con jarabes, ya que toca recurrir a una inyectadora sin aguja y vaciar la fórmula directamente dentro de la boca del animal.

Que no sea un trauma

Los ejemplares acostumbrados a una dieta variada y no exclusiva de piensos, suelen tener menos problemas para ingerir medicinas. Los refuerzos positivos son los mejores aliados. De esta forma se creará un nexo entre las pastillas, cápsulas o jarabes y la idea de algún premio. Con lo que al final dueños y mascotas quedarán felices.