Bárbara Rey narra cómo ha afrontado su última ruptura sentimental
Bárbara Rey, que sonó con mucha fuerza para ser la gran estrella de 'Gran Hermano 6', ha visitado 'Viva la Vida' para repasar toda su actualidad. Tras una mala racha, la vedette ha regresado con fuerza al panorama
Bárbara Rey reaparecía en televisión tras conocerse que el desamor había llegado a su vida. «Pensé que era el último tren, pero no ha podido ser», comentó la vedette en la revista ‘Corazón’. Ahora, en ‘Viva la Vida’, ha repasado dicha relación dando algunos detalles de su ex pareja. «Es una persona que yo conocía desde hace mucho tiempo», ha comentado con cierta nostálgica Bárbara Rey. Su novio la llamaba «Marita, cuando me llamaba», ha reconocido con su sentido del humor.
«En sentimiento ha durado mucho, en tiempo también bastante», ha confesado antes de añadir: «le estoy dando demasiada importancia, pero no se la merece». «Lo deja él, pero quiere volver pero no aceptó las condiciones así que lo dejo yo…», ha comentado sobre cómo ha acabado la relación. «Bueno, que te vaya bien, eh, hijo», se despidió del que fuera su amor con su tradicional sarcasmo. También hubo tiempo para la profesión perdida de Bárbara: «mi madre quería que yo fuera maestra de escuela. ¿Tú te imaginas, yo, maestra de escuela?».
Bárbara además ha recibido la visita de su hija, Sofía Cristo, que ha seguido su ejemplo y se ha convertido en una habitual de la televisión, compaginándola con su trabajo como Dj.
El recuerdo de Ángel Cristo
«No quiero recordar ese tipo de cosas tan desagradables», ha dicho sobre una recapitulación de la tensa relación que unió a Bárbara Rey y a Ángel Cristo, ex marido de la vedette y padre de sus dos hijos. «Era un encantador de serpientes», ha relatado Bárbara: «Ángel lo tuvo todo, pero mira… «.
Tras su matrimonio, la vedette denunció a su ex marido por malos tratos, mientras que Ángel Cristo hizo lo propio alegando abandono del hogar. Después de años de enfrentamientos televisivos, en el 2010, Ángel Cristo fallecía y tanto Bárbara como sus hijos acudían al funeral rotos de dolor. Una relación tóxica de la que Bárbara solo quiere acordarse de lo bueno, dejando atrás los peores momentos.