[Vídeo] La impactante transformación de Lindsay Lohan
Cuando conocimos a Lindsay Lohan en ‘Tú a Londres y yo a California’, nadie podría imaginar cómo aquella dulce niña pelirroja cambiaría con el paso de los años. La prometedora carrera de la estrella de Disney poco a poco fue truncándose por culpa de una vida plagada de malas decisiones y, aunque en teoría sigue ‘en activo’, los papeles que realiza son de categoría bastante relativa. Ese bucle autodestructivo en el que entró, y del que durante un tiempo parecía no conseguir salir, afectó no solo a su faceta profesional, sino también en a su aspecto físico.
Durante muchos años, la actriz conservó el color natural de su cabello. Con el paso del tiempo, fue añadiendo ligeros reflejos a su melena, aunque siempre manteniendo su característico tono ‘strawberry blonde’. El rubio platino y el moreno intenso también han acompañado durante largas temporadas a la actriz, aunque, sin duda, el que más le favorece sigue siendo el pelirrojo.
En su piel, la actriz también ha sufrido fuertes estragos. Durante mucho tiempo se llegó a especular sobre si Lohan llegó a padecer tanorexia -enfermedad relacionada con aquellas personas que sienten una necesidad obsesiva por estar siempre bronceadas-; a pesar de que en ningún momento se confirmó esta condición, lo cierto es que las imágenes de la actriz dejaban bastante que desear.
Por otro lado, también destacan los distintos retoques estéticos a los que se ha sometido a lo largo de estos años. Botox, infiltraciones, aumento de pecho… Con el tiempo, su cuerpo ha sido capaz de reabsorber gran parte de los tratamientos a los que se sometió en el pasado y que deformaron su rostro, un dato positivo que permite a Lohan tener un aspecto mucho más saludable a sus 31 primaveras.