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Un mundo de lujo

Los ‘secretos’ de las subastas de Christie’s, al descubierto

  • Alba García
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No todo el mundo ha sentido la adrenalina en su propio cuerpo al saber que una pieza histórica puede acabar luciendo en una de las paredes de su salón en unos pocos minutos. Tampoco que la palabra “¡adjudicado!” te puede llevar al éxtasis. Pero así es como se sienten todos los que en algún momento han visitado una de las salas de Christie’s, la casa de subastas más famosa del mundo.

Pilar González de Gregorio en una imagen de archivo / Gtres

Aunque no siempre tienen lugar en el mismo sitio, ni en el mismo país, los cimientos de esta centenaria empresa esconden muchos secretos que conoce muy bien la presidenta de Christie’s en España, Pilar González de Gregorio. Una aristócrata, escritora y socialité que, si bien ha acaparado muchos titulares por su ajetreada vida familiar, lleva demostrando desde hace casi una década que es una pieza clave dentro de la casa de pujas británica.

Look ha hablado con ella sobre subastas, arte y curiosidades en una entrevista en la que desvela, por ejemplo, que no hay que ser rico para ser coleccionista y es que tan solo hacen falta 1.000 euros o menos para adquirir algunas de las piezas más económicas de Christie’s

Pregunta. En estos momentos, y como pasa en todas las épocas, el arte está en alza pero, ¿hay alguna categoría que esté más demandada que el resto?

Respuesta. Lo más demandado en este momento es el arte contemporáneo. Por el arte cada vez más reciente se paga muchísimo, lo que es una apuesta valiente, ahora está muy en alza. Hay novedades que se han incorporado como los bolsos, objetos de lujo, alta costura…  Antes no existían estas subastas y ahora sí porque hay demanda, algunos modelos, pueden venderse carísimos sobre todo en países de mercados emergentes como el asiático.

P. También hay otros objetos más ‘curiosos’ y que se venden por grandes sumas.

R. A mí me hace mucha gracia un elemento completamente antieconómico, imprevisible, psicológico y en cierto modo poético: es el fetichismo. Siempre cito el caso del traje de baño que se puso Daniel Craig en la película de James Bond ‘Casino Royale’ y que se subastó en el año 2012 con ocasión de los 50 años de ‘James Bond’, que es un icono británico. Pues ese traje de baño de La Perla, que ya de por sí salía muy caro, (3.000 libras), retro, estilo años 60 se vendió por más de 44.000 libras.

El bañador que llevó Daniel Craig en ‘Casino Royale’ se subastó por 44.000 libras / Redes

Una de las categorías más demandadas y que mayor expectación despierta es la de las joyas. ¿Ha pasado por vuestras manos alguna pieza de joyería de la realeza?

R. Sí, continuamente. De hecho, dimos hasta una conferencia en Madrid hace año y pico, que repetimos en Santander y Barcelona el pasado octubre. Por las salas de Christie’s han pasado muchas colecciones reales, de reinas, emperatrices… Empezando por María Antonieta, siguiendo por la emperatriz Eugenia, también algunas joyas de la corona de España y de grandes actrices míticas… ¡Han pasado muchas! Y seguirán pasando. Hay joyas que nos vuelven a visitar y como Christie’s tiene 250 años de historia, algunas piezas han reaparecido en nuestros catálogos varias veces con 50 o 100 años de diferencia.

¿Recuerda alguna que le sorprendiera especialmente? 

R. Pues claro, la pieza real de la que más me acuerdo es ‘La perla peregrina’, de la colección Liz Taylor, subió mucho de precio, hizo casi doce millones de dólares el 13 de diciembre de 2011. Es una perla maravillosa. Ahora hay un collar que ha reaparecido, salió a puja en Ginebra el 15 de mayo y su procedencia es de Enrique de Orleans, duque de Aumale. Él se lo regaló a su sobrina la duquesa de Aosta y a continuación lo compró Sybil Sassoon, la marquesa de Cholmondeley, un nombre que ahora está de moda. En ese momento, Sybil, que era hija de un magnate riquísimo, se casó con el marqués de Cholmondeley. El collar de esmeraldas es precioso, se vendió en Christie’s en 1990 y también en 2015. Ahora que lo hemos subastado por tercera vez, ha alcanzado la suma de 1.606.932 euros.

Este collar de esmeraldas, que perteneció a Enrique de Orleans, se ha subastado por ha alcanzado la suma de 1.606.932 euros / Gtres

¿Hay alguna pieza que le haría mucha ilusión subastar o que pasara por sus manos?

R. Me hizo mucha ilusión un libro, ‘Las Vidas de Artistas’, de Giorgio Vasari, que tenía 350 anotaciones de la mano de El Greco. Los propietarios -la familia de Xavier de Salas- hicieron un gran esfuerzo para que lo comprase La Biblioteca Nacional, bajando el precio, la Biblioteca poseía otro ejemplar, que también había sido de El Greco, el ‘Manual de Arquitectura de Vitruvio’, anotado por él. Es un esfuerzo digno de elogio. No sé si les dieron alguna medalla a la familia, pero se lo hubieran merecido.

Más allá de cuadros, esculturas… ¿Qué objetos diferentes han estado en las salas de Christie’s?

R. Muchísimos, incluso encontrados en España. Que yo recuerde, una máquina ‘Enigma’, de las que descifraron el código secreto de los nazis. También nos llegó la primera bandera norteamericana que ondeó en la luna, del Apolo 8.

P. De todos ellos, algunos que han alcanzado precios astronómicos. ¿Recuerda cuál ha sido la pieza más cara que se ha subastado?

R. La pieza más cara subastada es el Salvador Mundi de Leonardo Da Vinci, vendido el 15 de noviembre de 2017 en Nueva York por más de 450 millones de dólares. En muebles, el récord es el sillón de Eileen Gray, de la colección Pierre Bergé- Yves Saint Laurent, se subastó en Paris en febrero de 2009. Alcanzó la cifra de casi veintidós millones de euros.

El sillón de Eileen Gray alcanzó la cifra de casi veintidós millones de euros en su subasta / Christie’s

P. Sin embargo, habrá cosas que no se subasten, ¿o se atreven con todo?

R. No, hay cosas que en Christie’s no se subastan como monedas, sellos. Hay muchísimas restricciones con algunas piezas arqueológicas para evitar el mercado negro, con lo referente al marfil igual, deben tener el certificado. Y, desde luego, no se vende nada relacionado con el nazismo, por ejemplo.

P. En los últimos tiempos muchos rostros conocidos como Sergio Ramos o Cristiano Ronaldo han presumido en redes sociales de haber comprado arte. Según su opinión de experta, ¿cómo son sus colecciones? Por ejemplo, Sergio Ramos tiene piezas de Bansky, Ishiwüt, Phil Frost…

R. Hoy en día el arte contemporáneo esta muy en boga, hay muchísima información, la persona que triunfa sabe que el mundo del arte es una buena inversión, y además puede disfrutarla, también aporta prestigio. Hay muchos famosos que pueden hacerlo, se interesan por el mundo del arte, algo siempre positivo porque incentiva la creación, sean cuales sean los motivos. La vanidad existe, pero bien encauzada, puede servir para buenos fines.

P. ¿Hay más personajes conocidos que coleccionen arte?

R. La misma Liz Taylor, por ejemplo, tenía una colección de cuadros, no solo joyas y muebles, porque su padre era marchante de arte. Pero ha habido otras personas que no han sido marchantes de arte, grandes actores de Hollywood como Madonna o figuras muy conocidas que han sido y son coleccionistas.

P. Se suele relacionar tener fama con una buena colección de arte.

R. Sí, suele estar unido.

La empresaria Alicia Koplowitz es una de las grandes mecenas de España / Gtres

P. Personalmente, ¿’envidia’ a alguien por su colección?

R. Por supuesto. Hay colecciones preciosísimas. También admiro a personas que son mecenas a través del arte, que regalan a museos, que prestan sus colecciones para que otros las disfruten. Muchos viven poco con sus piezas, porque siempre las están prestando, las comparten con los demás. Colecciones como la de Alicia Koplovitz, que ha hecho grandes donaciones al Museo del Prado, del empresario Plácido Arango no digamos, que ha donado muchas obras al Museo. La familia Várez (conocidos por su labor de coleccionistas y mecenas), que ha donado una sala de pintura y escultura medieval al Prado. Hay muchas colecciones admirables y mucha gente que se ha desprendido de posesiones de un gran valor para que los demás puedan mirarlas.

P. Para todos los que no han estado en una subasta, ¿cómo son por dentro? ¿Igual que en las películas?

R. Hay películas que las reflejan muy bien. Son emocionantes, depende de que se ofrezca, si son lotes muy valiosos o prestigiosos. Se crea una gran expectación y, además de la gente que admira el arte, está el elemento apuesta, como en las carreras de caballos: fuerza y emoción.

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