La Reina Isabel, fiel a su estilo en la boda de Harry y Meghan
Como pronosticábamos en Look, sin alejarse de sus faldas de largo midi, de la silueta ancha, del tacón bajo y de su fiel compañero: el sombrero; la Reina Isabel II ha sabido hacer gala del espíritu ‘british’ tradicional que caracteriza a la familia real inglesa en la boda de Meghan Markle y el Príncipe Harry.
Para la boda de su nieto, Isabel ha elegido un vestido de seda con estampado en tonos lima, amarillo y lila. Sin alejarse lo más mínimo del que ya es su estilo propio, la Reina cerraba su look con un abrigo verde lima y un sombrero en el mismo color con detalle de plumas en morado y un detalle de pedrería y perlas elaborado exclusivamente para decorar el complemento por Lucy Price. El conjunto estaba firmado por el diseñador Stuart Parvin y el tocado elegido por Su Majestad es una creación de Angela Kelly.
Si hubiera que imaginar el armario (o vestidor) de la monarca, vaticinamos, sería lo más próximo a un arcoíris. Desde prendas ácidas hasta tonalidades sorbete o pastel, un sinfín de piezas que difícilmente parecen repetirse entre las citas de su agenda. Hoy, en una de las fechas más esperadas del 2018, ha vuelto a suceder: un tejido a todo color es el protagonista indiscutible de su elección, un hecho que no ha sorprendido.
Pero, ¿qué significa ser predecible en la figura de Elizabeth II? Posiblemente esta propuesta se aproxima al que podría categorizarse como uniforme de la monarca. Una composición a base de vestidos, abrigos y chaquetas que son el fondo de armario ‘retro’, pero necesario, de todas las mujeres que dan vida a lo que ahora conocemos como ‘vintage’. Y, ahí reside precisamente la clave de su valor. El haber sabido mantener, con el paso de los años, una estética intacta que le ha permitido conservar una imagen tan cercana como distante al mismo tiempo: poderosa y a la vez aparentemente inofensiva.
Así se ha mantenido durante todo este tiempo y de esta forma ocurrió también en la boda de los Duques de Cambridge gracias a un diseño monocolor, en suave amarillo y, una vez más, acompañado de perlas. Este accesorio se muestra, sin duda, como la seña de identidad de la soberana. Joyas atemporales, versátiles y favorecedoras que, habiendo sido clasificadas como antiguas, han sabido sobrevivir al tiempo y se han transformado en tendencia en la actualidad. Para definirlas se podría hacer referencia a sus vínculos con el pasado y a sus aires de vanguardia al mismo tiempo… ¿Será esta una pista sobre el futuro que espera a la monarquía inglesa?