Sastrería a medida para el hombre del siglo XXI
Solo hay una cosa mejor que un traje, un traje hecho a medida. Una máxima que bien podría ser extensible a cualquier armario masculino. Se hace difícil entender nuestros códigos de moda sin la presencia de esta icónica prenda, que representa como ninguna otra la elegancia y que desde tiempos inmemoriales ha sido asociada a percha con clase, pero que hoy en día tiene la capacidad de adaptarse a todo tipo de estilos. Pero hay una cosa clara, un traje confeccionado al patrón de una silueta determinada es otro cantar.
Con la intención de reinventar la sastrería masculina y darle un toque diferencial a los trajes, nació Swing, el sueño hecho realidad de tres amigos jerezanos, amantes de la moda y que hace seis años quisieron darle un giro a la moda de caballero. ¿Cómo? Volcándose en la creación de la prenda de hombre por excelencia, con un proceso de selección cuidado, basado en tejidos de calidad y asesorando de manera personal a cada uno de los clientes.
Vestir al hombre de una manera diferente es la obsesión de Swing, cuyo lema es «viste y baila», una afirmación que tiene su historia. Y es que sus patrones cogen inspiración de la música jazz y del swing, una de sus vertientes, de ahí el nombre de una marca que aspira a representar una esencia que “unifica lo tradicional y las tendencias actuales. Además, diseñar prendas para un hombre actual, natural y auténtico; que se preocupa por su aspecto buscando perfección y elegancia”, tal y como describen desde la propia firma.
Dentro de sus sencillas e hipnóticas prendas se encuentran trajes, chaqués y americanas, cuya telas -mayoritariamente españolas- se fusionan con algunas de las internacionales más prestigiosas, como italianas o británicas, logrando un producto de una gran calidad y que, en sus propias palabras “potencia el atractivo” del hombre. Una manera eficaz, fashion y lejos de lo típico de ir pegado a la vanguardia sin perder un ápice de estilo.
¿Dónde? Con el éxito en la mano, acaban de estrenar showroom y taller en Madrid, concretamente en la calle Fernando VI, Nº 11.