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¿Sabes lo que es un lighting designer?

Es frecuente asociar la figura del estilista con el profesional que se dedica a asesorar sobre peinado y armario, así como a guiar a los clientes con las tendencias y hits del momento. Sin embargo, el mundo del estilismo va mucho más allá y abarca otras parcelas, entre ellas, algunas tan en alza como el interiorismo y la decoración.

Sobre esta disciplina sabe, y mucho, Irene Vallejo, quien nos recibe en su estudio de Majadahonda (Madrid) para contarnos qué hay tras una figura en proyección como es la del estilista deco. ¿El objetivo de su trabajo? Crear ambientes sencillos, cálidos y acogedores, adaptando los diseños a las necesidades personales de cada cliente. ¿Una de sus herramientas? La manipulación de la luz en los diferentes espacios para crear conceptos artísticos, plásticos y emocionantes.

Estilismo deco, más allá de la decoración

La decoración del hogar es tan importante como el arreglo personal de quienes lo habitan y debe mostrar mucho más que un marco estético y acogedor. Sin embargo, y pese a la importancia que deberíamos otorgar a algo tan fundamental como es nuestra casa, cada vez son más los que por falta de tiempo o ideas recurren a los servicios de un estilista deco. Irene, que emprendió recientemente su aventura en el mundo de la decoración, lo tiene claro: “Hay que crear un espacio equilibrado que represente a sus inquilinos, tanto estilística como psicológicamente”.

Los colores y texturas del espacio deben generar sensaciones y emociones positivas. / Gtres

Las principales claves para diseñar una buena propuesta, según Irene, residen en la atención personalizada del servicio, conociendo las posibilidades que puede brindar cada espacio y los objetivos de los clientes. “Cada cliente es diferente y hay que adaptarse a cada uno de ellos. Conocer su personalidad, sus gustos y descubrir qué es lo que quiere transmitir con ese espacio”, continúa la experta, que nos explica las pautas que sigue en su rutina diaria.

Todo proyecto se pone en marcha tras lanzar una pregunta: ¿Qué quieres trasmitir con el espacio que quieres decorar? “Una vez conocidos los objetivos del cliente, realizo un estudio del espacio que vamos a tratar, analizando todas las posibilidades”, explica la interiorista, que considera la comunicación como pilar de un buen trabajo. En base a ello, Irene diseña la propuesta adaptada, junto a un presupuesto, en la que incluye un análisis actual de la estancia, las metas a las que aspira llegar con el cambio, los puntos fuertes que tendrá el nuevo lugar, un moonboard con los diferentes colores y texturas e imágenes que sirvan de referencia e inspiración.

La experta incide en la importancia de generar ambientes personalizados que representen a los inquilinos. / Gtres

Una vez atada la labor más creativa, es el turno de abordar la parte más técnica. Una propuesta en plano, siempre comentando al cliente la importancia del aprovechamiento del espacio y de la luz, para “crear un espacio enfocado y totalmente personalizado para ser vivido y, sobre todo, disfrutado”. Esa obsesión de la diseñadora por la luz y su aprovechamiento nos descubre la figura, cada vez más en alza, del lighting designer: “Una diseñadora de iluminación se encarga de estudiar la luz en los espacios y, en base a eso, crear diferentes proyectos”. Esa profesión “tan poco valorada aún en España”, pero tan popular y extendida en América y otros países europeos, se emplea en infinidad de profesiones y ámbitos. Antes de enfrentarse a cualquier proyecto, Vallejo realiza una visita de prospección del espacio para analizar mediciones y estudiar la luz con el fin de poder sacar el máximo partido. Considera que, además de la luz, la armonía, el ritmo y los flujos del espacio son los pilares sobre los que se asienta el interiorismo.

La manipulación de la luz en los espacios crea conceptos plásticos y emocionantes. / Gtres

Sin embargo, pese a que interiorismo y decoración llegan a todo el mundo, es inevitable no asociar la figura del estilista a clientes con grandes bolsillos. “Hay que romper esa barrera de la figura del decorador elitista; no hay que ver sus servicios como algo inalcanzable presupuestariamente hablando. Cada proyecto se adapta al cliente y sus posibilidades”, explica Vallejo, convencida de que es imprescindible crear ambientes personalizados que generen sensaciones positivas. Un espacio que no reúne armonía, en el que los colores y las texturas no han sido pensados ni meditados, según Vallejo, puede hacerte sentir incómodo e, incluso, triste.

Irene cree firmemente en el poder de la psicología aplicado en la decoración y utiliza esa herramienta en cada uno de los trabajos a los que se enfrenta desde su empresa IVM Estudio porque, concluye, “los espacios transforman a la gente”.

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