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Cómo combatir el acné en la espalda con remedios caseros

El acné es un problema de la piel que afecta a millones de personas

El acné es un problema de la piel que afecta a millones de personas, tanto hombres como mujeres, ya sea en la niñez o en la edad adulta. Aunque lo habitual es que esté en el rostro, el acné en la espalda también es posible, y hoy te damos algunos remedios caseros para combatirlo con eficacia.

Lo más recomendable ante un problema de este tipo, o cualquier otro en la piel, es que consultes con un dermatólogo, ya que tu situación específica puede ser diferente a la habitual en otras personas.

Remedios caseros para tratar el acné en la espalda

  1. Vinagre de manzana: contiene ácido acético, que al ser absorbido por la piel elimina el sebo. Mezcla en un recipiente vinagre de manzana y agua a partes iguales y frota sobre la zona de la espalda afectada con un algodón. Hazlo cada noche antes de acostarte.
  2. Aceite esencial de lavanda: su poder antiinflamatorio y antibacteriano hace que sea muy efectivo para tratar este problema. Humedece un trozo de algodón en aceite esencial de lavanda y frota directamente sobre los granos. Deja que la piel lo absorba naturalmente.
  3. Miel: sus compuestos equilibran el pH natural de la piel y disminuye el exceso de sebo. Aplica miel de abejas orgánica sobre la zona afectada de acné en la espalda y deja que actúe durante 20 minutos. Aclara con agua mediante movimientos suaves y circulares. Puedes hacerlo a diario.
  4. Bicarbonato: el bicarbonato de sodio es uno de los ingredientes más utilizados para remedios caseros ya que es fantástico tanto para tratamientos de belleza como de limpieza o higiene. En este caso, humedece un poco con agua o jugo de limón y frota en la espalda, con movimientos circulares y suaves. Deja que actúe 30 minutos y aclara con agua fría y jabón neutro. Repite al menos 3 veces a la semana.
  5. Harina de avena: este producto tiene una acción exfoliante muy interesante que es perfecta para eliminar el sebo y las impurezas de la piel. Humedece un poco de harina de avena con leche o agua y frota sobre la espalda, con masajes suaves y circulares.

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