Millonaria por un coletero: Conocemos a la española que ha triunfado gracias a un sencillo invento
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Es muy probable que los guionistas de Sexo en Nueva York que decidieron que Carrie Bradshaw debía odiar los coleteros (ya que la mujeres que los lucieran no podían ser neoyorquinas ) no cayeran en la cuenta, allá por los años 2.000, de que precisamente este complemento para el pelo sería una tendencia de rabiosa actualidad en todo el mundo y que, sobre todo, convertiría en multimillonaria a la joven que decidió, gracias al destino, crear su propia versión del mismo.
Estamos seguros de que muchísimas de nuestras lectoras han llevado alguna vez un coletero en espiral. Se trata de uno de estos elementos para sujetar el cabello realizado en plástico y con forma de cable de teléfono en espiral. Su forma de agarrar la melena es muy cómoda, resistente, estética y no daña el pelo. Sin duda, un invento que ha revolucionado desde su creación el universo de la estética capilar.
Lo más curioso es que, recientemente, hemos podido conocer a la persona detrás de este producto que, como se ha sabido, mueve un negocio de millones. Se llama Sophie Trelles-Tvede, tiene 28 años y , aunque en la actualidad vive y trabaja en Munich tiene ascendencia española ya que su madre es asturiana casada con un danes. El gran giro en la su vida llegó cuando a los 18 años creo el primer producto de su marca “Invisibobble”,una goma de pelo en espiral que se convirtió en todo un éxito de ventas alrededor del mundo. Tanto es así, que, como publicaba el diario La Nueva España, la empresa que nació tras una noche de juerga con amigos, factura hoy más de 20 millones de euros al año y ha recibido un importante galardón por parte de Forbes, el premio “30 under 30”.
Corría el año 2012 cuando Sophie, que había salido con un grupo de amigos y, como ella misma ha confesado, había bebido mucho vodka, al llegar a casa se hizo una coleta con un cable de teléfono. Al día siguiente descubrió que, al deshacer su peinado, no había marcas de su coleta en su cabello. A partir de ahí dio forma al producto y, como buena emprendedora Millenial, movía su hallazgo convenientemente patentado en las redes sociales. Generaba así un efecto llamada que después de casi una década se ha convertido en un negocio millonario.
Como no podía ser de otro modo, el producto embrionario de la marca dio lugar a otras versiones no menos exitosas, con diseños de coleteros de tela que, a buen seguro, Carrie no compraría pero que, al parecer, el resto del mundo sí. Una gran aceptación que Sophie sigue rentabilizando gracias a la diversificación tanto de su firma como de su propia imagen ya que, además de crear sus propias diademas se ha animado a escribir un libro. Así anunciaba a sus seguidores en Instagram su reciente lanzamiento en español de la obra ‘100 millones de coleteros y un vodka con tónica’: “Originalmente escrito en inglés, traducido rápidamente al alemán. Recientemente lanzada la versión danesa. Y finalmente puedo confirmar que se lanzará una edición en español a finales de este año. Como ciudadano español y danés que vive en Alemania y se siente más cómodo en inglés, me enorgullece que mi historia se cuente en todos los idiomas que están más cerca de mí gracias a todos por el viaje”. Hace escasas horas ella misma anunciaba en sus stories que ya estaba a la venta en El Corte Inglés.
Lo único que no fue del todo exitoso desde el arranque y posterior desarrollo de su gran idea como negocio fue la relación sentimental que mantenía con el que, en la actualidad, sigue siendo su socio y que en su día fue su pareja. Una ruptura en el tiempo que sin embargo, parece haberles sido la mar de rentable.