Todo lo que implican los tres looks premamá playeros de Carlota Casiraghi
Paula Echevarría o cómo lucir un diseño de pasarela en la playa
La modelo que revoluciona la pasarela dando el pecho en pleno desfile
Después del grandioso ‘glamour de embarazada’ firmado por todas y cada una de las Kardashian, tras la estética clásica y casi pluscuamperfecta de los looks de Kate Middleton, llega Carlota Casiraghi y le da sentido a la palabra premamá. Sí, porque las elecciones de estilo de la hija de Carolina de Mónaco, que se encuentra esperando su segundo hijo, durante sus vacaciones en Saint-Tropez son dignas de una mención especial. Tal vez, no por su originalidad o su sofisticación, sino por su vocación de convertirse en decisiones reales, con prendas que cualquier otra mujer gestante podría lucir sin complicaciones.
La primera de ellas estaba formada por una camisa-kaftán en tonos azules, unas sencillas sandalias romanas, un bolso ‘mini’ de Yves Saint Laurent y una pamela. Poco más hace falta cuando tu objetivo es disfrutar. Tras él, otra especie de vestido camisero, con la misma pamela, que, a pesar de su simpleza, mantenía el espíritu de la costa azul. Y hasta la fecha, su última propuesta es un trinomio archiconocido: camiseta + shorts + ‘ugly shoes’. Eso sí, como buena prescriptora de moda, Saint Laurent, su marca fetiche hasta la fecha, la ha acompañado también en piezas informales.
Tres estilismos fichados, por el momento, que gritan comodidad y buen tiempo en estos días de verano. Con ellos, tres claves que resumen las preferencias de la monegasca cuando suben las temperaturas: tejidos ligeros, siluetas amplias y, ante todo, protección frente al sol. Podría parecer baladí, pero la realidad es que muchas otras estrellas se empeñan en perder la naturalidad de esta etapa con altas dosis de maquillaje y ‘outfits’ más propios de una noche de gala que de una jornada junto al mar. Todo ello es legítimo, pero lo cierto es que se agradece la espontaneidad y esa sensación de ‘corriente y moliente’, a veces tan ausente entre los rostros conocidos, con la que conviven diariamente el resto de mortales. Cuestión de prioridades.