Carbón activado para blanquear los dientes: ¿es efectivo? ¿y peligroso?

Seguro que tú también has visto en los últimos meses a numerosas influencers hablar en Instagram sobre los grandes beneficios del carbón activado para blanquear los dientes. Por lo general se vende en forma de pasta y se aplica con un cepillo de bambú. Pero, ¿realmente este producto deja una sonrisa tan blanca como nos quieren hacer ver? Y, sobre todo, ¿tiene algún peligro para la salud de los dientes?

¿Qué es el carbón activado?

Vamos a empezar explicando qué es el carbón activado y para qué se utiliza. Es un material que absorbe las sustancias nocivas del organismo en caso de envenenamiento.

¿Cuáles son los riesgos de su uso?

Acerca de su efectividad para conseguir una sonrisa perfecta, el carbón activado sólo elimina las manchas más superficies de los dientes. Por lo tanto, no es un producto pensado para modificar su color.

Pues bien, aunque pueda parecer el producto más maravilloso del mundo para blanquear los dientes, lo cierto es que los riesgos de utilizar el carbón activado son muchos. No hay que olvidar que es una sustancia abrasiva, y por lo tanto, termina desgastando el esmalte. Y ahí no acaba todo, porque también aumenta la sensibilidad dental, e incluso provoca la retracción de las encías.

Además, se utilizas este tipo de carbón a largo plazo puedes sufrir efectos secundarios como heces de color negro y estreñimiento.

Una vez analizados los «beneficios» y los riesgos, ¿recomendamos el carbón activado para blanquear los dientes? Rotundamente, no. Si quieres conseguir una sonrisa de anuncio lo mejor es que te pongas en manos de higienistas dentales para una limpieza profesional sin dañar los dientes.