Blake Lively tiene mucho que decir con sus bolsos
GALA MET: Ángeles y demonios en la velada con más estilo del año
Blake Lively conquista Nueva York con tres looks perfectos
Hace apenas una semana que Blake Lively se hacía con el puesto de la mejor vestida en la Met Gala 2018. Su poderoso look color rubí y plagado de joyas estaba firmado por Versace y la elección fue tan acertada que dejó en un segundo plano -momentáneo- los complementos con los que completaba el estilismo.
Tras los rumores que despertó el cierre momentáneo de su cuenta de Instagram, con ‘unfollow’ a Ryan Reynolds incluido, llegaron la confirmación de que su marcha de la red social no era más que un acto publicitario de su próximo estreno y el gesto más romántico con su marido y su familia.
En la fiesta más esperada del año, la de la alfombra roja más importante para el mundo de la moda, Blake llevó un bolso que era toda una declaración de amor. Un clutch en el mismo tono que su vestido y elaborado en piedras incrustadas que, en forma de cruz, dibujaban las iniciales de cada miembro de su familia en cada una de sus puntas. Creado especialmente para la actriz, el bolso además contaba con una banda en la que aparecía escrito Reynolds, el apellido de su pareja.
Diseñado por la firma Judith Leiber, la elección de Lively no era solo un guiño a su familia, sino que también lo era hacia la fundadora de la firma del bolso, que había fallecido apenas 15 días antes de la gala.
Por si cabía la duda acerca del homenaje de la actriz a la creadora de los bolsos joya favoritos de personalidades como Greta Garbo, Kim Basinger o Hillary Clinton, el pasado fin de semana Blake ha vuelto a apostar por un clutch de la misma firma.
El pasado fin de semana la actriz acompañó a Ryan Reynolds al estreno de Deadpool 2 -su última película- y, una vez más, deslumbró en la alfombra roja. Con un vestido negro de pailletes y gran lazada lateral en fucsia, Blake rompió la sobriedad del look con un bolso rectangular confeccionado, cómo no, en cristales que emulaban una cinta de casete.
La que fuera musa de Woody Allen en Café Society es una de las pocas estrellas de Hollywood que sigue rechazando la ayuda de estilistas para sus apariciones públicas, algo que día a día -y con cada uno de sus looks- demuestra que no le hace ninguna falta.