Casa Real

ANÁLISIS

Rose Hanbury, la amiguísima del príncipe Guillermo, la culpable del retiro de Kate Middleton

La princesa de Gales lleva alejada de los compromisos oficiales desde el pasado mes de enero a causa de una cirugía abdominal

El hermetismo sobre Kate Middleton ha generado numerosos rumores, como que su marido tiene una relación con Rose

  • Lito Reyes
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Desde que el pasado mes de enero el Palacio de Kensington anunciara que la princesa de Gales se había sometido a una intervención abdominal -curiosamente, pocas horas antes de que Buckingham confirmara que Carlos III también iba a pasar por quirófano debido a un cáncer-, no han sido muchos los detalles que han ido trascendiendo de la situación de Kate Middleton de manera oficial. El hermetismo ha caracterizado la convalecencia de la nuera del rey Carlos III, lo que, sumado a una estrategia poco acertada de comunicación por parte de fuentes oficiales, ha contribuido a que se multipliquen los rumores y las especulaciones. Algunos de ellos apuntan directamente a una persona: Rose Hanbury.

Rose Hanbury, en una imagen de archivo con la princesa de Gales. /Gtres

La figura de marquesa de Cholmondeley no es desconocida para la aristocracia británica, ya que forma parte del círculo cercano a la Familia Real desde hace varios años. Sin embargo, su nombre saltó de manera especial a los medios en  2019, cuando comenzó a especularse con una posible relación con el príncipe Guillermo, justo cuando Kate Middleton estaba embarazada de su tercer hijo, Luis. No obstante, fue el pasado año cuando algunos de los tabloides más conocidos de Reino Unido publicaron que el príncipe de Gales había pasado San Valentín junto a Rose Hanbury, a la que le había regalado un collar.

Una información que, con el paso de los días, quedó en el olvido, lo que hizo sospechar de que la Casa Real había recurrido a lo que se conoce como ‘super-injunction’. Se trata de una herramienta legal que se utiliza en situaciones muy concretas para ‘silenciar’ a los medios, es decir, para que no se publiquen informaciones que atentan contra la intimidad, independientemente de su veracidad.

El príncipe Guillermo, en un acto con el marqués de Cholmondeley. / Gtres

Más de un año después y, a raíz de la situación de la princesa de Gales, Rose Hanbury vuelve a primera línea. Sobre todo, porque entre las teorías en torno a la ‘desaparición’ de Kate Middleton, una de las que suena con fuerza apunta a una crisis matrimonial entre la pareja, provocada, según los rumores, por la marquesa de Cholmondeley.

Rose Hanbury, modelo y aristócrata

Sarah Rose Cholmondeley -Hanbury es su nombre de soltera- está casada con David Rocksavage, marqués de Cholmondeley, durante unas vacaciones en Italia en el año 2003. Seis años más tarde y, pese a la diferencia de edad entre ambos -más de dos décadas-, la pareja se casó en 2009, en una ceremonia en el Ayuntamiento de Chelsea.

Al margen de los vínculos del marqués de Cholmondeley con la aristocracia y con la realeza, también Rose Hanbury tiene lazos con este entorno. Su abuela materna, Lady Elizabeth Lambert, fue una de las ocho damas de honor en la boda de la Reina Isabel con el príncipe Felipe en 1947.

Kate Middleton, en una fiesta con Rose Hanbury. / Gtres

Rose Hanbury recibió una exquisita educación en centros como la Stowe School o la Open University de Inglaterra. Sus primeros pasos en el entorno laboral los dio en el mundo de la moda, con colaboraciones en la agencia Storm -la misma que descubrió a Kate Moss-. No obstante, también ejerció como asesora del político conservador Michael Gove aunque, en los últimos años, ha estado más centrada en el mundo del diseño de interiores, una de sus grandes pasiones. Del mismo modo, también está muy involucrada con distintas asociaciones benéficas, y es la impulsora del Houghton Festival, un multitudinario evento de música tecno que tiene lugar en su residencia, la magnífica casa de campo de estilo inglés Houghton Hall.

El desmentido de Rose Hanbury

A pesar de que se ha vuelto a hablar mucho de Rose Hanbury a raíz de la situación de la princesa de Gales, lo cierto es que el Palacio de Kensington de momento no ha hecho ningún tipo de declaración al respecto. Sí que se ha pronunciado, sin embargo, la marquesa de Cholmondeley, en unas declaraciones a Business Insider a través de sus abogados. Rose Hanbury ha sido muy tajante ha dejado claro que «los rumores son completamente falsos», sin entrar en más detalles.

Un desmentido que llega después de que la foto retocada de Kate Middleton abriera la veda para nuevas especulaciones, hasta el punto de que en una salida posterior del príncipe Guillermo de camino al servicio religioso por el Día de la Commonwealth algunas fuentes comentaran que la mujer que le acompañaba en el coche no era su esposa, sino Rose Hanbury.

David Rocksavage y la vida en Houghton Hall

Que los príncipes de Gales y los marqueses de Cholmondeley mantuvieran una estrecha relación no es casualidad, sino que, en parte, deriva de la cercanía de sus respectivas casas de campo. Anmer Hall, la casa que la Reina Isabel regaló a la pareja en Norfolk por su boda, se encuentra bastante próxima a Houghton Hall, propiedad de los marqueses.

Rose Hanbury, en una cena en el Palacio de Buckingham. / Gtres

Houghton Hall es una espléndida casa de campo inglesa ubicada en el condado de Norfolk, con una extensión total de unas 400 hectáreas que cuenta con su propia página web oficial. Lord David Cholmondeley reside en la mansión desde hace más de una década, en concreto, desde el año 2009, poco después de casarse con Rose Hanbury, madre de sus tres hijos: los gemelos Alexander y Oliver e Iris.

Lord David Cholmondeley es una persona muy cercana a los Windsor. Formado en centros tan exclusivos como Eton o La Sorbona de París, además de marqués de Cholmondeley es vizconde Malpas, gran oficial del Estado británico, Lord gran chambelán hereditario, miembro de la Cámara de los Lores desde 1990 y está emparentado con las familias Rothschild y Sassoon.

Es Lord gran chambelán desde 1990, un cargo que ha ido pasando de generación en generación en su familia y que tiene su origen en el matrimonio del primer marqués de Cholmondeley con Georgiana Bertie,​ hija del general Peregrine Bertie, III duque de Ancaster y Kesteven.

El marqués de Cholmondeley, con la Reina Isabel II. / Gtres

En el caso concreto de David Rocksavage, además, tuvo un papel destacado en los actos de la coronación de Carlos III, cuando fue el encargado de llevar en un cojín la corona de San Eduardo. Asimismo, fue nombrado por el monarca ‘lord de honor’ permanente en aquel acto, lo que significaba que podía estar presente en los actos oficiales de la Familia Real en el reinado de Carlos. Además, su hijo, Oliver, fue uno de los pajes del jefe del Estado, junto al príncipe Jorge.

Para el marqués de Cholmondeley, Houghton Hall es un lugar muy especial. El aristócrata se crió en el castillo familiar en Chesire, al oeste del país, pero solía pasar buena parte de los veranos con sus abuelos paternos en Norfolk, al este. Precisamente su abuela, Lady Sybil, fue la responsable de la restauración de la propiedad, así como una magnífica anfitriona.

No obstante, en Houghton Hall también hay destacadas aportaciones de Rose Hanbury. La marquesa de Chomondeley le dio el toque más personal e íntimo a la propiedad que, además de haber sido testigo de la historia de una saga, no deja de ser la casa de una familia más, eso sí de la aristocracia. Una casa de campo en un entorno idílico en el que tan pronto reciben la visita de familiares directos como de figuras como Kate Moss.

Tal como la propia Rose Hanbury contó en una entrevista a The English Home, la cocina es una de las partes en las que más se nota su aportación, ya que tiene una zona específica para relajarse y mantener una conversación: «Quería una estancia acogedora y relajada, por eso tiene chimenea, televisión, un sofá grande. Allí podemos cocinar y comer, lo que nos ha permitido llevar una rutina mucho más informal», dijo la marquesa de Cholmondeley. En la misma entrevista, Hanbury explicó también que, a pesar de que la casa mantiene un estilo tradicional, hay detalles exóticos, como alfombras bereberes o tejidos de Fez. La marquesa recalcó que para ella el color es fundamental en un hogar y dijo también que no podría vivir sin un aparato para mantener la comida caliente, en concreto, un calentador Wembury que inventó su madre.

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