Rodeada de lencería de lujo: la imagen más viral de la princesa Ana
La princesa Ana es uno de los miembros más importantes de la familia real
Tiene una agenda muy intensa, que a veces pasa desapercibida
Ser miembro de la familia real británica implica participar en compromisos de todo tipo, eso sí, siempre regidos por un estricto protocolo. Por eso, no es extraño que veamos a los príncipes de Gales amasando pan o sirviendo pintas o, como ha ocurrido ahora, a la princesa Ana interesándose por los retos a los que se enfrenta la industria de la corsetería de lujo.
Hace unos días, la hermana del rey Carlos III acudió a un taller de ropa interior al sur de Gales. La princesa se reunió con la fundadora y el personal de la marca Edge O’Beyond, como parte de su papel como presidenta de la Asociación de Moda y Textiles del Reino Unido.
Una visita que no ha llamado especialmente la atención de los medios debido a que, pese a que Ana es una figura esencial para la Corona, sus actividades tienen una menor cobertura que las de los reyes o las de los príncipes de Gales. Sin embargo, a veces nos da sorpresas que merecen ser destacadas.
Esto fue precisamente lo que ocurrió durante la visita al taller, donde la princesa descubrió una placa conmemorativa que se colocó en una pared en la que había varios modelos de corsetería de lujo, en colores llamativos y con abalorios no aptos para cualquiera.
No es posible saber qué tipo de lencería usan los miembros de la familia real e imaginarlo podría considerarse incluso irreverente -aunque a veces el vestuario les juegue malas pasadas y quede a la vista más de lo protocolariamente apropiado-, sin embargo, a nadie se le pasa por la cabeza que la hermana del rey, a sus 75 años, pueda decantarse por alguna de las prendas que tuvo la oportunidad de ver durante su visita.
Eso sí, tal como ha demostrado siempre, la princesa volvió a hacer gala de su compromiso y su profesionalidad en esta jornada. La tía de los príncipes Guillermo y Harry recorrió de manera pausada las instalaciones del taller y se paró a hablar con varias trabajadoras, que le explicaron cuál era el proceso de confección de las prendas -algunas decoradas con joyas y abalorios- y los problemas y retos a los que tenían que hacer frente desde su puesto.
La fundadora de la marca, Naomi de Haan, fue quien acompañó a la princesa durante la visita. En unas declaraciones a The Telegraph explicó que la había visto muy interesada en todo momento y que, además, le daba la impresión de ser una mujer muy feminista. De hecho, mantuvo una breve charla sobre la evolución de la lencería en el Reino Unido, y cómo los corsés han dejado paso a prendas más ligeras que no censuran el cuerpo femenino y que además se promocionan con naturalidad en las redes sociales.
Una figura esencial
A sus 75 años, la princesa Ana sigue siendo un miembro fundamental de la familia real británica y un gran apoyo para el monarca. De hecho, suele ser la que más compromisos oficiales tenga a lo largo del año y la más trabajadora, salvo excepciones puntuales. Sin embargo, a su agenda se le da menos cobertura que a la de Guillermo y Kate o a la de los reyes porque la mayoría de sus actos generan menos interés y porque ella misma se ciñe de manera estricta a los protocolos y no quiere acaparar titulares.